1 Henry está muy raro

2.8K 158 309
                                    


El dedo de Jake pulsó la nota del piano unas diez veces antes de dejar caer su frente sobre las teclas. Era otro de esos días. No estaba inspirado. No sabía cuanto llevaba en el estudio. Miró por la ventana, las luces de la ciudad eran lo único que iluminaban la calle. Suspiró. Alargó su mano y cogió su móvil. Eran las nueve de la noche, y no había escrito nada. Pero aquello no le sorprendió tanto. Henry no le había llamado en todo lo que llevaba de día, como acostumbraba desde hacía dos semanas. Seguía estando muy raro, pero a pesar de ello era más tarde de lo normal, y le extrañó que no le llamara. Tomó el teléfono y marcó su número favorito de la agenda. Un toque, dos toques, tres toques... Nada. ¿Había partido aquella noche? No le sonaba. Se levantó y recogió sus cosas. Tenía una extraña sensación en el cuerpo mientras bajaba por el ascensor. Todo el edificio estaba ya vacío. Cuando llegó a la planta baja de la productora, solo se encontraba Howard, el vigilante nocturno. Vio que estaba más pendiente de la pantalla de televisión que de las pantallas de las cámaras.

— Eh Howard, me marcho ya.

— Vale, tío — dijo sin despegar en un principio la vista de lo que estuviera viendo. — Oye, dile a Henry que acertó en el orden de las jugadas. Ese novio tuyo es un genio.

Jake parpadeó un par de veces.

— ¿Hoy había partido?

— Claro, los Jets contra los Dolphins.

El nombre de los equipos seguía siendo inútil para Jake, pero que hubiera partido aquella noche le dejaba más tranquilo. Por eso su novio le había ignorado durante todo el día. Pensó entonces dejarle a Henry y sus amigos tranquilos durante las hora que duraría aquel espectáculo. Condujo hasta la bonita casa de Shorty, que le abrió la puerta casi al instante. Jake se sentó en el sofá y Kim fue corriendo hasta él con un libro. Tyler también se sentó a su lado. Ambos estaban en pijama y listos para dormir, pero sin la figura autoritaria de la casa, aquellos niños no estaban muy predispuestos a irse a la cama. Shorty entró con dos botellines de cerveza recién abiertos y sus dos hijos salieron disparados hacia sus habitaciones.

— Pero, ¿no os he dicho que os vayáis a la cama? — inquirió exasperado.

Resopló antes de tenderle la cerveza a su amigo.

— No sirvo para ser padre.

— No sirves para ser un padre estricto — le corrigió Jake. — ¿Dónde está Claire?

Su amigo tragó el sorbo de cerveza.

— En tu casa — respondió pensando que Jake lo sabría. — Tu novio la invitó esta mañana.

Jake le miró extrañado.

— ¿A ver el partido?

Pensaba que en su casa en aquel momento estarían Chris, Chace y los demás. Shorty se encogió de hombros.

—Cosas de hermanos Woods, supongo. ¿Has compuesto algo?

Por supuesto, el guitarrista principal del grupo estaba muy al tanto de su crisis de inspiración. Por el momento, ninguno había mostrado inquietud en ello más que Jake, aunque no sabía si de verdad ellos estaban tranquilos o de verdad confiaban que su crisis solo fuese a durar unas semanas. Jake resopló.

— Nada de nada — reconoció.

La expresión de Shorty se torció en una mueca antes de sonreír.

— Bueno, no siempre puedes ser un río de creatividad.

Jake ladeó una sonrisa.

— Siempre nos quedarán las ingeniosas letras de Kire.

Jake & Henry - 7º Capitulo EspecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora