Había entrado al camarote luego de dar unas órdenes a la tripulacion, su mirada se quedó fija en aquella chica que había crecido y le parecía una mala broma de la vida, pero le causaba algo de alegría el poder salvarle. Dentro de sí quería saber toda la historia y como el destino le había traído hasta ese instante.
-Entonces, ¿Has dormido con muchas mujeres? – repitió, mientras caminaba hasta la mesa-
Notó como la chica de cabello negro se ahogaba levemente con la fruta que comía. Levantó la mirada a ella y sonrió, sus miradas chocaban nuevamente por alguna razón sentía que era mirada escondía un gran vacío como el de ella.
-Sí, me gustan las mujeres y pues, con una vida como la que llevo, pues nada es permanente...son cosas de paso -se encogió de hombros y se recostó nuevamente contra la silla- no es como que busque algo, no se si hay algo increíble para mi fuera de lo que es mi día a día.
-Te entiendo más de lo que crees -dijo tomando asiento frente a ella, estiró levemente su mano acercándola cerca de la mejilla y rozo levemente el lunar- recuerdo claramente ese lunar...realmente no podría olvidar ese detalle, aunque has cambiado mucho.
-Ojalá pudiera decir lo mismo, pero yo tengo un recuerdo bastante borroso sobre esa situación -apartó su rostro de la mano de la capitana- solo tu voz mas que todo, aunque no ha cambiado mucho.
-Lo entiendo y sobre eso también quiero decir que ese hombre fue comida de tiburones -suspiro quitando el sombrero y dejándolo en la mesa- me costó un poco dar con el luego de los años, pero bueno, lo logre me vengue y era una basura...aunque lo siento por no buscarte por más tiempo. -dijo desviando la mirada-
-No tengo una manera para agradecerte el salvar mi vida, pero me alegra estar aquí. No sientas pena por no continuar buscándome, la vida es así y da muchas vueltas. -miro fijamente el sombrero-
Todo estaba tranquilo hasta que el sonido de golpes en la puerta les hizo ponerse alerta. Ellen se levantó rápidamente e hizo algunas señas a la otra para que se escondiera un momento e hizo caso rápidamente escondiéndose dentro del closet.
-Capitana... ¡El clima está cambiando drásticamente! La necesitamos...
No titubeó, salió y al mirar el cielo estaba gris, los relámpagos resonaban iluminando las nubes negras sobres sus cabezas. La lluvia caía algo fuerte, realmente era algo extraño; nunca en sus años en el mar había presenciado algo como aquello, subió al timón y notó que sus perseguidores se habían acercado mucho más.
Giró todo a babor para poder dar la vuelta e ir directo a ellos, huir no era lo suyo y no comenzaría en ese momento.
- ¡A sus posiciones! -Gritó- ¡Esto se va a poner divertido! Alisten los mosquetes...
El barco comenzó a girar hasta quedar cara a cara con el otro navío, logró ponerlo a un costado.
- ¡Fuego!
Los disparos resonaron, algunos alistaron las granadas y las lanzaron rápidamente. Miraba a su tripulacion moverse de un lado a otro, varios tenían ya listos los cañones. Las primeras balas salieron destruyendo apenas algunas tablas en la orilla.
-Todos cúbranse -grito uno- Capitana...
- ¡Demonios! -soltó el timón haciendo el barco girara.
Una bala impacto de una en una de las astas principales, rápidamente se vio caer en el centro del barco. Esto era malo no podrían moverse con la libertad de siempre.
-Disparen los ganchos, vamos a subir a ese navío y nadie quedará en pie.
Los cañones fueron disparados y las sogas cruzaron de un lado a otro, varios tanto enemigos como su propia tripulacion estaban en diferentes cubiertas. Desenvainó su espada y con fuerza, detuvo un corte de uno que había ido en dirección a ella. Dejó el timón trabado con una soga para mantener la posición, empujo levemente al hombre cuando miro una espada atravesaba su pecho sin más cuando el cuerpo de este se desplomo frente a ella y volvió a chocar con aquella mirada.
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A la Deriva
Casualeuna historia donde el mar sera el lienzo y la musa donde se tratazara un amor irreal.