Capítulo 10

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Killian's POV

La tripulación, Tinker Bell y yo nos encontramos en el interior del Jolly Roger. Las velas están extendidas, preparadas para empezar a navegar. El hada se acerca a mi lado, acariciando mi hombro, provocando que me gire para mirarla.

— Capitán, ¿está preparado para salir volando?—Asiento levemente, con una sonrisa acariciando mi rostro.

Me acerco a la punta más cercana al mar de la proa del barco, sacando el dibujo que yo mismo plasmé de la mujer rubia que ha ocupado una parte de mi corazón y de mis pensamientos cada día desde que llegué a la isla. Acaricio su pelo sobre el papel, dirigiendo después mis dedos a su mejilla y sus labios, repasando el contorno de estos.

— Voy a volver a por ti, Swan... —Susurro, acariciando por última vez su rostro en el dibujo, antes de esconderlo de nuevo en mi bolsillo. Me giro, posando mi mirada en la tripulación— ¡SEÑORES, SÉ LO DURO QUE HA SIDO ESTE VIAJE Y LO GRANDE QUE HAN SIDO NUESTRAS PÉRDIDAS, PERO ESTA AVENTURA PONE HOY SU FIN! ¡PRÓXIMA PARADA: EL BOSQUE ENCANTADO!

Hago una señal a Tinker Bell con la cabeza para que utilice el polvo de hadas que ella misma ha recogido de la isla. Se acerca lentamente a los mástiles del Jolly Roger, que sujetan sus hermosas velas, y lanza el polvo de hadas sobre estas. Unos minutos después estamos volando sobre el mar, directos al Bosque Encantado; directos a Emma Swan.

Emma's POV

Nada más acabar de comer, voy corriendo a mi habitación a arreglarme. Llevo un vestido sencillo de color azul fuerte, el que suelo llevar cuando tengo intención de visitar la ciudad. No es muy elegante pero es cómodo. De todos modos no me dispongo a ir hasta allí; de hecho, no pasaré del jardín del castillo.

Esta tarde, como muchas otras desde que nos conocimos hace unos cuantos meses, he quedado con Neal. Bueno, Baelfire. La primera vez que nos vimos me mintió con respecto a su nombre real puesto que no confiaba en mí. Si llega a oídos de su padre que Bae está por el reino no dudará en venir a por él, y sé que Neal no está preparado para ello.

Al principio me sentí bastante reacia a tratar con él ya que lo único que sabía de él era que había intentado robarme. Pese a que dijo que no sabía que mi caballo tenía dueño, no le creí. Con el paso del tiempo fuimos coincidiendo por el bosque las veces que iba a la ciudad o al puerto y empezamos a hablar. No tardó mucho en ganarse mi confianza y en hacerse mi amigo. Ahora es para mí un gran apoyo y una de las pocas personas que me entienden cuando les cuento mis problemas. Supongo que es porque tiene mi misma edad.

Por lo que sé, su padre es un mago muy poderoso que, cegado por su ansia de poder, superpuso la magia al amor. Dejó de lado a su hijo y éste, al no sentirse querido, decidió huir. Su padre se arrepintió y, desde entonces, recorre los reinos buscándole. Por eso Baelfire se cambió el nombre a Neal, con la intención de pasar desapercibido.

Me suelto el pelo, dejando que los pequeños tirabuzones que conforman mi cabello dorado caigan en cascada por mi cuello y espalda. No tengo el pelo especialmente largo, pero lo puedo considerar una pequeña melena. Dirijo la mirada al viejo reloj de cuco que hay en mi habitación y que en estos momentos señala las 17:25. Me miro una última vez al espejo antes de salir de mi habitación y bajar las escaleras hasta llegar al jardín. Neal debe de estar a punto de llegar.

Sentada en uno de mis bancos preferidos del jardín, donde una vez estuve charlando y riendo con Killian, espero a que mi nuevo mejor amigo aparezca. No puedo evitar pensar en Killian... Un año... Un año sin tener noticias de él, sin saber si está vivo... Cada día voy al puerto con la esperanza de encontrarme con sus orbes azul marino pero lo único que veo es mar y barcos que no reconozco.

The princess and the sailor (CaptainSwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora