Capítulo 18

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Emma's POV

- ¿Camelot?- Oigo a Killian preguntar en forma de susurro, suponiendo que era una pregunta retórica, aunque contesto de todos modos, intentando aclarar sus pensamientos.

- Exacto. Mi padre me obligaba a conocer la historia de los diferentes reinos con los que algún día podríamos mantener relaciones. En la biblioteca del castillo hay varios libros que muestran los acontecimientos más importantes y los árboles cronológicos de todos aquellos territorios en los que la familia real ha querido relatar su historia. Por suerte, éste es uno de ellos.

- Creo que si alguna vez conozco a tu padre, le daré las gracias por eso. - Un escalofrío recorre todo mi cuerpo ante su comentario, viéndome obligada a tragar en seco ante el recuerdo de la primera vez en que ambos se conocieron y lo felices que estábamos juntos. Parecen tan lejano...

- Mis padres estarían encantados de conocerte, Killian.- Añado, pues lo estuvieron en su día, pese a que mi padre no lo mostrase del todo, y lo estarán cuando volvamos a casa. ¿Sabrán ya que hemos desaparecido?

- No entiendo por qué, Emma. No soy de la realeza como vosotros.

- Eso nunca nos ha importado. Ya conoces los orígenes de mi padre. - Él asiente, sonriendo de lado. Supongo que está imaginándose a un pastor con rasgos parecidos a los míos conociendo a una princesa, pues se mantiene varios segundos sin pestañear y con una expresión de lo más divertida en su rostro.- ¿En qué piensas? - Ante mi pregunta, sacude la cabeza, saliendo de sus pensamientos.

- En nada, solo que es difícil hacerse a la idea de que ocurriese algo así.

- ¿Que se enamorasen?

- Que acabasen juntos pese a sus diferencias. No es difícil tener sentimientos por una mujer de sangre real. - Noto cómo el rubor sube a mis mejillas ante su comentario, pudiendo oírle carraspear y apartar su mirada de mí para fijarla en el escudo. - En cualquier caso, ¿cuánta información tenemos de la monarquía de Camelot? - Volviendo la vista al carruaje, me acerco a éste y abro la pequeña puerta que da al interior, pudiendo comprobar que estaba vacío antes de entrar en él. Killian se acerca, parándose delante de la puerta.

- Arthur, su rey, consiguió hacerse con el título real al sacar a Excalibur , una espada con poderes mágicos, de la gran piedra. La leyenda dice que Excalibur sólo deja que sean verdaderos héroes los que la icen. Si alguien, a quien ella no considera heroico, osa cogerla, éste acabará hecho cenizas.- Puedo notar cómo traga en seco ante mis últimas palabras, su nuez subiendo y bajando. - ¿Crees que podrás llevar las riendas de los caballos y conducirnos hasta el castillo? Arthur y Guinevere van a recibir una visita.  - Asintiendo, una sonrisa satisfecha y pícara se forma en sus labios, y me guiña un ojo antes de dar la vuelta y subirse a la parte delantera del carro, donde consigue que los caballos empiecen a galopar hacia nuestro próximo destino.

***

Apenas unas horas después, llegamos a la aldea que habíamos descubierto en nuestra pequeña y desastrosa estancia en el río. Sin apenas darme cuenta, me he quedado dormida, necesitando recuperarme por el estallido de energía que he tenido que utilizar, despertándome poco antes de llegar a la entrada del poblado.

Consciente de que Killian y yo debíamos lucir como príncipes, he usado un poco de mi magia para cambiar nuestros atuendos a unos más formales y aseados. Recuerdo a la perfección la cara de sorpresa que ha puesto mi supuesto príncipe ante el cambio, girándose para dedicarme una sonrisa divertida y susurrar un "Buenos días, amor" Lo cierto es que está anocheciendo y, para nuestra suerte, hay muy poca gente paseando por las calles.

The princess and the sailor (CaptainSwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora