The princess and the sailor (CaptainSwan)

Capítulo 11

Antes que nada, avisaros de que este capítulo va a relatar exactamente lo mismo pero desde dos puntos de vista, para que no os extrañéis al ver que se repiten las cosas. Ahora ya podéis leer :3

EMMA'S POV

Me despiertan los rayos de luz solar que entran por la ventana de mi habitación, acariciando mi rostro y proporciónandome calor allí donde me rozan. Una pequeña sonrisa aparece en mi cara al darme cuenta de lo bien que he dormido hoy; hacía tiempo que no tenía pesadillas.

Ese pensamiento hace que en mi mente aparezcan las facciones de Killian, tan alegre y guapo como le recuerdo, lo que me proporciona un pinchazo en el pecho. Estoy convencida; por mucho que pase el tiempo, no voy a superar nunca que se haya ido.

Tras pasar mis manos por mi cara y acabar de despertarme, me levanto de la cama y me doy un baño rápido. Sentir el agua caliente abrazando mi piel hace que me relaje, consiguiendo así que el sueño vuelva a apoderarse de mí. Cuando siento que voy a acabar durmiéndome salgo de la bañera, me seco y me pongo un vestido sencillo de color marrón oscuro.

Una vez acabado bajo al gran comedor, donde ya está servido el desayuno, y cojo un poco de fruta de la fuente situada en el centro de la mesa. Tengo la sensación de que, de alguna manera, los sirvientes ya saben lo que voy a hacer cuando me despierte y dejan la comida preparada aposta. Es lo que llevo haciendo cada día desde que Killian se fue.

Para no modificar mi rutina, salgo al jardín, poniéndome la capucha del vestido para pasar desapercibida. Me dirijo al lugar donde está atado mi caballo, y me subo en él. ¿Cuántas veces habré hecho este mismo recorrido con la esperanza de llegar al puerto y encontrarme con la mirada de Killian esperando ser vista? Muchísimas. Y no me cansaría de hacerlo si supiese que finalmente va a aparecer.

Unos minutos después, dejando el bosque atrás, llego hasta el puerto. Como de costumbre, dejo el caballo sujeto a uno de los postes y me acerco al muelle. No consigo llegar puesto que mi mirada se encuentra con un enorme barco, de grandes velas blancas y unas líneas amarillas recorriendo el contorno de su cuerpo: el Jolly Roger.

Un "Killian" se escapa de mis labios a modo de suspiro, parpadeando un par de veces antes de empezar a andar hacia el navío. Cuando estoy a punto de subir, un marinero me corta el paso.

— Señorita, me temo que no puede entrar al barco sin permiso.

— Busco al Teniente, Killian Jones — Alza una ceja al oírme mencionar su nombre.

— Parece que aún no se ha enterado de las noticias — Frunzo el ceño, sin entender de qué estaba hablando — El señor Jones se encuentra en esa taberna — Dice, señalando con su dedo índice.

— Muchas gracias.

Tras soltar un pequeño suspiro, me giro y empiezo a caminar en dirección a la taberna que el marinero me había señalado. Nada más entrar, doy un pequeño vistazo al local. Se trata de una taberna de mala muerte, con borrachos hasta arriba de alcohol y mujeres extrovertidas ofreciendo placer a algunos hombres.

Si no llega a ser porque distingo su figura, de espaldas a mí, hubiera pensado que el hombre se había equivocado al indicarme esta cantina. No me imagino a Killian pasando el día en un sitio como este.

Me acerco, con pasos largos y seguros, hasta la mesa donde él se encuentra. Al estar de espaldas a mí no me ve llegar, por lo que aprovecho para observar su cuerpo durante unos segundos. El pelo le ha crecido mucho en este año y lo lleva bastante despeinado. Sigue vistiendo la misma ropa de siempre y tiene alguna que otra cicatriz en el trozo de piel que las mangas de su traje dejan ver. Sujeta a su mano hay una gran jarra de cerveza.