WOLFFIA ━━ Jenlisa

little, ¿cat?

──Tres lobitos se balaceaban sobre la tela de un gatito, como veía que resistía fueron a buscar otro lobito.. cuatro lobitos se balanceaban sobre la tela de un gatito, como veía que resistía fueron a buscar otro lobito...

Lalisa alzó ambas cejas ante el cantito que mantenía su Omega, cantito el cual en su letra original no tenía nada que ver. Sabía que su bonita Omega le cambiaba la letra debido a que le temía a las arañas y los elefantes eran demasiado grandes como para que estuvieran en una tela, o eso decía su bebé.

La Alfa veía de forma directa como la muchacha diminuta se estaba bañando en el lavamanos del baño. Había colocado el tapón y había llenado todo con agua, la pequeñita nadaba de lado a lado mientras cantaba.

De pronto el canto de Jennie se detuvo, miró hacia los lados buscando algo.

──¿Dónde dejó esa boba Alfa mis juguetitos?

──¿A quién le dices boba?

La pelicastaña pegó un respingón que casi causa que se ahogue.

Al salir a superficie miró la alfa con molestia y le mostró la lengua en un gesto infantil.

──Poquito más y me matas.──acusó.──¿Dónde dejaste mis juguetitos?

Lisa alzó una de sus cejas.

──¿Te refieres a los juguetitos tiernos o a los juguetitos perversos?

Las mejillas de la Omega se sonrojaron por completo y su loba interior se cohibió. Jennie nadó suavemente hacia un lado y miró hacia otro lado que no fuera su bonita y tonta novia.

──¿Ya no eres tan traviesa, verdad?

Lalisa se acercó y su voz se volvió más ronca. Tomó a la pequeña entre sus dedos y éstatiritó de frío. Mordió sus labios y tapó de forma inútil su desnudez en forma de calor.

──A-Alfa, soy pequeñita...

Susurró con tristeza, realmente tenía ganas de tener relaciones con su Alfa debido a que hace una semana no había ocurrido nada y aquello ya era bastante tiempo para ambas. Quería sentir el toque cálido de Lisa entre sus piernas, en sus pechos, en sus muslos y en su perfecto culo redondo. Extrañaba el toque húmedo que ocurría cuando Lisa la comía, extrañaba chuparle la polla y sentir como anudaba en su coño.

Lunas, quería tener sexo con su novia en este instante.

Soltó un sollozo pequeño y desesperado, la extrañaba mucho.

──Oww, amor no hay necesidad de llorar.

La consoló la pelinegra.

Acarició suavemente sus mejillas húmedas y la volvió a meter al agua, la pequeñita estaba parada e incluso así el agua le llegaba hasta debajo de sus rosados pezones. La alfa comenzó a lavarle el cabello escuchando los pequeños hipidos que le salían a su pareja. Sabía y entendía la necesidad de la Alfa, estaba completamente segura de que ella se sentía así o peor.

──Cuando vuelvas a ser grande podremos, ¿sí? Haré todo lo que quieras.

Jennie la miró y asintió recargándose en busca de más cariño cuando la tailandesa acarició su mejilla delicadamente. Luego de unos minutos el agua se enfrió y Lalisa la sacó de allí. Fueron a la habitación y la secó delicadamente con una toalla de algodón para que su piel no se irritara y la vistió con un bonito pijama rosa pastel.

──¿Cómo te sientes?

Jennie la miró y alzó sus manitas para que la mimara, aún tenía su larga cabellera castaña húmeda y tenía mucho, mucho frío. Estaba tiritando. Lisa la guió a su pecho y luego abrió la cama para que ambas se metieran allí. Hacía mucho frío debido a que la calefacción se había roto y venían la próxima semana a repararla, lo peor era que estaban en pleno invierno.

Lalisa se acostó y dejó a la pequeñita sobre su pecho. Jennie se movió lentamente y gateó hasta esconderse en la curva de su cuello y hombro, allí era el lugar más cálido, además de que daba la casualidad que las glándulas de aroma se encontraban justamente allí.

──Lili bonita, ¿mañana me puedes comer? P-Por favor.

Su voz se escuchó tan rota y triste que Lisa no pudo evitar asentir, escuchó a la lobita Omega sollozar dentro de su mente ya que ésta igual se podía convertir en pequeñita y se encontraba acurrucada al lado de la Alfa con mucho frío.

──Todo lo que quieras amor, todo lo que quieras.

holi, díganme holi o lloro