-Shameless-

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Previamente, en Beloved:

-...Es sobre Aomine-Kun y Sakurai-Kun...—Sus orejas se movían a todos lados—...Creo...Creo que alguien te observa, Tsukishima-Kun...—Murmuró bajito, mirando de reojo al árbol de donde sobresalía una negra cabellera.

Tsukishima volteó y frunció el ceño cuando el asustado felino se ocultó tras el grueso tronco desde donde lo observaba. Suspiró pesadamente.

-...Esto me pasa por intentar hacer algo bueno...—Colocó el libro sobre sus muslos y les miró—...Tampoco es como que sepa mucho al respecto...—Reajustó sus lentes—...Estaban cerca de la fuente del salón de informática...—Miró de reojo al peli-verde—...Si me  permiten, quiero hablar con Midorima-Kun.

-...¿Conmigo? —El peli-verde enarcó una ceja.

-...Unas cuantas palabras, solo eso...—El grupo se miró entre sí y asintió—...Gracias.

Y así como llegaron, se fueron, dejando atrás al peli-verde, quien se sentó junto al rubio.

Debían hablar...si...debían...

-...¿Qué creen que tengan que hablar esos dos? —Kise sonrió con malicia, imaginando mil y un escenarios bastante curiosos.

-...De seguro nada de lo que crees, Kise...—Kagami rodó los ojos y se alejó un poco de él, puesto que hacía caras extrañas—...Ah, es el Senpai...—Habló, llamando la atención, inmediatamente del rubio combatiente.

A Kise algo se le rompió el corazón cuando observó al pelinegro, siendo abrazado con demasiada efusividad, por un combatiente rubio.

Rubio como él.

El sacrifice lo separó de él y comenzó a regañarlo o eso parecía. El rubio de casi su tamaño solo reía y volvía a intentar tocarlo.

-...Kise-Kun, tranquilo...—Kuroko le tomó de un brazo, frenando el paso que su amigo había dado—...No te alteres o podrías hacer algo de lo que te arrepentirás después.

-...Kuroko-Kun tiene razón...—Kouki también lo sostuvo—...Hay que esperar un momento...Y entonces veremos que pasa ¿Bien?

Kise gruñó e hizo una mueca, mas permaneció en su lugar. Su cola se agitaba, preso de los nervios en todo el transcurso que ese chico estuvo con su senpai. Cuando este notó sus presencias, se despidió del combatiente y se acercó, rascando su cabeza con fastidio.

-...Hola...—Saludó un tanto irritado—...¿Han esperado mucho?

-...No tanto...—Contestó Kagami.

-...Lo siento, Hayama me ha estado molestando con tener un uno a uno en basket y ufff...En algún momento lo patearé...—Gruñó e inconscientemente se acercó al rubio y posó su cabeza en el abdomen ajeno.

Porque ahí llegaba su tamaño.

-...Lo voy a matar...—Gruñó, posando su mano en su cabeza del pelinegro—...Luego de hacerle mimos a Senpai...—Sonrió y acarició sus orejas, abrazándolo efusivo. Su cola se movía rápidamente, con mucho entusiasmo.

Yukio lo hubiese apartado si no fuese porque de verdad le estaba gustando que rascara sus orejas de esa forma.

Solo un poquito más.

Ryota se sorprendió al sentirlo ronronear. No esperaba eso.

-...Dejémoslos solos...—Murmuró Midorima, los demás asintieron y se alejaron en silencio.

No querían interrumpir un momento tan bonito entre esos dos.

-...¡Auch! —Se quejó, aunque su boca fué tapada por el can peli-verde. Se sonrojó ligeramente.

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