-Esto es arte, apreciénlo-

343 59 10
                                    

Previamente, en Beloved:

Después de que la clase de música hubo terminado, el grupo se dirigía hacia el salón de bellas artes. Sin saber que era lo que les esperaba ahí dentro.

-...Así que...-Murmuró Kagami-...¿Quién es el profesor de bellas artes? -Preguntó por fin.

-...Nadie sabe...-Respondió Kasamatsu-...Se dice que es una persona famosa, quizás sea Da Vinci o alguien así...-Rió y negó-...No, Araki-Sensei no revive muertos. Al menos, no aún.

Kise le miraba, curioso.

Incluso él podía tener momentos extraños.

-...Bueno...-Habló Kouki-...Sea quién sea, lo descubriremos muy pronto...-Señaló la puerta lejana, que los llevaría dentro del aula de bellas artes.

-...Espero que nos dejen hacer desnudos...-Comentó Aomine, relamiendo sus labios-...Ryo, serás mi pareja si así nos lo piden ¿Ok?

-...Lo siento, Daiki-San...-Negó el castaño, sorprendiendo al moreno-...No me gusta trabajar acompañado y mucho menos si es con alguien que claramente no conoce de arte...-Comentó con sus ojos cerrados, mas al darse cuenta de lo que había dicho, abrió sus ojos de par en par y comenzó a mover sus manos, nervioso-...¡N-No! ¡N-No quise decir eso! ¡Ah! ¡Lo siento! ¡Lo siento! -Exclamaba, haciendo múltiples reverencias frente al moreno.

-...Sakurai no ha mentido...-Habló Midorima, reajustando sus lentes-...Aomine no tiene nada en el cerebro. Su conocimiento sobre todo es nulo, Nanodayo~

-...No entiendo lo que dices. Espera, ¡¿Kheeeeeé?! -El peli-azul frunció el ceño al comprender lo que quería decir.

-...No vayan a pelear...-Kagami rodó los ojos, mientras su pareja caminaba a su lado, revisando quien sabe qué en su celular.

-...Cállate Bakagami...-Le gruñó-...Esto es entre la zanahoria y yo...-Señaló al peli-verde.

Midorima, al oír el horrendo apodo con el que se dirigía a él, sintió una vena inflamándose en su frente. Empuñó sus manos e inconscientemente lanzó su puño con la intención de golpear su pendejo rostro, pero, haciendo uso de sus felinos instintos, Aomine esquivó su ataque, por lo que el peli-verde siguió de largo, abriendo sus ojos de par en par al ver que iba directamente hacia el rubio de lentes.

-...¡Tsukki! -Exclamó el de pecas, tratando de alertarlo, aunque ya era un poco tarde para ello.

O quizás aún no.

El rubio cerró sus ojos, esperando el golpe, pero solo escuchó un seco sonido, acompañado de otros que no sabía reconocer. Abrió sus ojos con lentitud y observó que el combatiente se encontraba tirado lejos de él, con un sacrifice pelinegro encima.

Shintarou entreabrió los ojos y observó la negra cabellera que se desparramaba en su pecho. Su nariz captó un olor extraño pero a la vez, conocido.

-...Eso estuvo cerca...—Murmuró Takao y se irguió, sentándosele encima—...Casi lo golpeas, idiota.

-...¡¿Takao?! —Su rostro se sonrojó ligeramente por la posición—...¡Quítate de encima!

-...¿Y si no quiero? —Sonrió de lado, cruzándose de brazos.

-...Takachin...—Llamó el más alto—...Vamos a llegar tarde y no quiero que nos pongan retraso...—Mencionó en su perezoso tono de voz, extendiéndole una mano.

-...Te salvaste...—Murmuró por lo bajo y tomó la mano del peli-lila; está de más decir que el murmullo descolocó al oji-verde—...Nos vemos luego, Shin-Chan~ —Sonrió y junto al de Yosen, siguieron su camino.

~Beloved~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora