Capítulo VIII: Un enemigo que llena tu existencia

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    Se abrió otro portal de luz blanca, la isla de piedra comenzó a temblar. Alejandro, por unos momentos, no supo qué hacer, pero cuando la isla comenzó a despedazarse y oyó el sonido de la tela rasgándose, corrió hasta cruzar el portal.

    En las siguientes cuatro etapas, Alejandro acabó fácilmente con cada guardián, parecía que no necesitaría otra vez la ayuda de Rio. Pero, se sentía inmensamente vacío, era incluso peor que la ansiedad por conseguir más poder. Por ahora se encontraba cruzando una enorme llanura, donde se había encontrado manadas de demonios con forma de elefantes y de leones. Ambos tipos de manadas huían al sentir la presencia de él.

    «Astral... ¿por qué me siento tan mal por la muerte de un enemigo?», Alejandro se sentía cada vez más triste, angustiado y desesperado.

     «Sientes que la vida no tiene sentido sin Astral, a pesar de que eran enemigos ¿Verdad?», era la voz mental de Rio invadiendo una vez más la mente de Alejandro.

    «Sí y no entiendo el por qué. He asesinado a sangre a fría a otros humanos y tampoco es el primer demonio que mato en combate, ¿Cómo puede doler tanto la muerte de un enemigo que apenas conocía?»

    «Porque durante el combate encontraste en él un complemento y por un instante ya no estuviste vacío. Nunca creí que hallaría un parecido entre ambos, pero descubriste el placer y la pasión del combate y un enemigo que daba sentido a tus existencia», con los últimos pensamientos, el tono mental de Rio se tornó burlón.

    «¿Parecido? ¿Tú también estás vacío? Y ¿Acaso lo dices porque alguna vez tuviste un enemigo que al liquidar lo te arrepentiste de haberlo matado?», el tono del chico reflejaba su sorpresa con la claridad de un lago cristalino.

    «No siempre fui así, pero fui traicionado por mi hermano, su nombre es Dios Supremo, uno que los primeros humanos en detectar su existencia, al saber que su Dios no era más que un suplente, le dieron y que él aceptó mientras oía sus rezos y oraciones. Desde su traición, empecé a llenarme de soledad, dolor, ira, odio, tristeza, me obsesioné con vengarme y ese ese es el sentido de mí existir. Logré enfrentarme a él y perdí, me causó tal daño que incluso perdí el supremo poder demoníaco infinito que formaba parte de mí y ahora soy inferior a los espectros, un tipo de fantasmas resultado de cuando un espíritu es debilitado, enloquecido y ennegrecido por el sufrimiento estando aferrados al planeta que los vio nacer o por la tortura a la que se someten a sí mismos los culpables en el infierno o, incluso, culpables e inocentes por igual, en el purgatorio... yo no perdí la cordura, pero un espectro es capaz de evolucionar, sea en un espíritu maligno en la tierra o en el purgatorio y a veces posteriormente a otra cosa a partir de ahí o a un demonio en el infierno...«

    «Espera ¿los demonios originalmente eran humanos, alguna vez fuiste humano?»

    «No, yo fui el demonio original y el resto de demonios, al igual que la humanidad en sí, no son más que una vulgar copia barata de mí. Como te dije, el Dios Supremo es mi hermano, de hecho, es más que eso, es mi otra mitad, mi alma gemela, alguna vez fuimos un mismo espíritu y nos separamos... por eso amarlo siempre fue natural para mí, al menos hasta que me traicionó»

    «¿Qué te hizo tu hermano exactamente?»

    «De pequeños, nosotros jugábamos al Juego De La Creación, en la nada absoluta que, al igual que nosotros, siempre ha existido y siempre existirá. En ese entonces ambos no éramos más que un par de espíritus de luz blanca que a veces pasaba a dorado. Jugábamos a que él creaba el universo a partir de un pedazo de su infinita luz y luego yo destruía ese universo. Era divertido para ambos, como un par de niños humanos jugando a construir castillos de arena y luego observando como la marea lo destruye. Él era el constructor de ese castillo y yo el mar... pero, con el tiempo el juego se tornó en serio y dejamos que esa luz a la que llamábamos universo creciera. Para ese entonces comprendimos que la energía que se generada estando ambos cerca, el caos, era absorbida por el universo y este, tarde o temprano colapsaba. Esto nos causó que sufriéramos, pues nuestro hijo, la creación, era incapaz de nacer y prevalecer con vida. Un día yo estaba observando con tristeza al sexto intento de mi hermano de hacer crecer a Creación y entonces él me atravesó con su espada, le pregunté por qué hacía eso y me respondió «Porque amo más a mi creación que a ti», perdí todo sentido de percepción y cuando mis sentidos volvieron ya estaba encerrado en el universo... que para mi sorpresa se había convertido en un conjunto de tres universos y el original carecía de vida»

Guerrero Inmortal Del Bajo Mundo 2 - El Juicio Del HachaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora