Príncipe Concubino

Capítulo 23: Te amo, Taehyung.

—¿Por qué eres así conmigo?— pregunta Taehyung haciendo un pequeño motín con sus labios de forma infantil.

—Taehyung, creo que no te has dado cuenta de la situación en la que estamos. No es hora de actuar así o hacer bromas, hay que dormir para tener energías después. Si esas cosas te alcanzan por no tener energía va a ser tu culpa.— bufa molesto para después echarse en la cama abrazando una almohada que tenía aparte.

—Jungkookie...— lo llama al ver que el menor no podía dormir. —La verdad es que tengo mucho miedo de perderte, estoy dispuesto a sacrificarme si tú estás en peligro.— lo mira cabizbajo. Cuando el menor se voltea para mirarlo le muestra su hermosa sonrisa cuadrada para después estirar su mano a su mejilla acariciando esta.

­—No digas cosas tontas, no te vas a sacrificar porque no va a ser necesario. Vamos a capturar a esos alfas descontrolados y vamos a volver a los días normales.— deja que Taehyung acaricie su mejilla sonriendo leve. Soba su mejilla contra la palma del contrario sintiéndose mejor. Taehyung sin poder evitarlo, atrae el cuerpo del menor a su pecho, acaricia sus cabellos al sentir como el menor no se separa.

—Descanso, Jungkookie.— susurra cerrando sus ojos luego, el menor al escucharlo cierra sus ojos igualmente quedándose dormir a los segundos por la calidez del alfa.

Cuando el omega despierta, busca al mayor con su mano quedando confundido al no tocar a nadie y encontrar un espacio vacío.

—¿Taehyung?— lo llama mientras se sentaba en la cama somnoliento. Al no obtener una respuesta se baja de la cama y va hacia la puerta deslizante de esa habitación. Lo que no se esperaba fue ver a dos guardias vigilando su habitación. Saliendo de la sorpresa, tose algo incómodo. —¿Dónde está Taehyung?— pregunta serio a ambos guardias.

—Nos ha pedido que nos quedemos con usted, joven príncipe. Como la misión es muy peligrosa no quiso llevarlo con él.—

—Ese idiota...— susurra enojado e intenta salir, pero los guardias se lo impiden. —Déjenme salir.— orden haciendo que los guardias se vean entre ellos nerviosos.

—No podemos príncipe, por favor no haga nuestro trabajo más difícil. Si no vuelven en media hora, tenemos que regresar al palacio solamente nosotros tres.—

—¿¡QUÉ!?— no, Taehyung debería regresar pronto con todas esas bestias capturadas. ¿Por qué decía que no iba a regresar?

Entra en pánico e intenta salir desesperadamente, los guardias lo cargan sin dificultad. Patalea intentando zafarse de su agarre, al lograrlo sale corriendo sin zapatos a la salida del local. Se da cuenta que ya iba a atardecer, comienza a correr hacia su caballo y rápido se dirige a la ciudad de Nitche después de montar el caballo.

Al estar cerca del pueblo comienza a preocuparse al ver cadáveres de soldados y esos alfas salvajes. Hace que el caballo corra más rápido hasta llegar a Nitche, busca con la mirada a Taehyung. Grita su nombre varias veces llamándolo hasta empezar a llorar al pensar que lo habían asesinado. Se baja del caballo buscando por todos los cuerpos el de Taehyung, rezaba porque ninguno sea el de él.

Después de varios minutos de buscar y no encontrar el cuerpo de Taehyung, regresa a su caballo para ir hacia las cuevas esperando que esté ahí. Aún no era de noche así que tenía tiempo para encontrar al alfa y regresar con él a Seúl. Entra a la cuevas dejando al caballo afuera, tenía que encontrar a Tae rápido. Ya eran las cuatro, tenían que regresar antes de las seis mínimo. Queda en silencio unos segundos para escuchar todo con atención, se encamina a los cuartos donde estaban los cadáveres de las omegas. Comienza a entrar en desesperación al no encontrarlo por ningún lado, aunque le tranquilizaba un poco no encontrar un cadáver. Al ver que el sol ya se estaba ocultando, regresa donde el caballo para entrar con él a los cuartos. Tenía miedo de que esos animales salvajes se coman al pobre caballo, al estar en la habitación, cierra la gran puerta. Busca un lugar cómodo donde echarse. Se quedaría ahí toda la noche, no se iría sin Taehyung.