Duelo

1.7K 233 145
                                    


—¡Despierta maldita puta! —El agua fría entra en contacto con mi cuerpo debilitado y de inmediato reacciono, abriendo mis ojos lentamente, haciéndome observar a un Marcus cubierto de sangre y completamente irritado.

Muy irritado.

Aún estoy bajo el efecto de aquella droga debido a que solo observaba como el gritaba y gritaba, y aun así no podía oírlo, no oía absolutamente nada.

En ese momento nada de lo que hacia me importaba, pero lo que sí, era la escena en la que me encontrarían. Amarrada de pies y manos, en una silla en la que me encontraba semidesnuda debido a que Marcus me había despojado de mi ropa cuando aún estaba inconsciente. —¡Mírame!

Volteo la cabeza para buscar al hombre que entro a la residencia, y al verlo tirado dentro de un gran charco de sangre con un pedazo de cristal atravesando su abdomen, estoy mas que segura que si no hago algo, terminaré como él. —¡Que me mires! —Al fin puedo oírlo y mi mirada se dirige hacia él, pero en cuanto lo hace, una abofeteada cae en mi mejilla sin razón alguna.

—Desátame...—Pido en un susurro que es escuchado, pero no atendido.

Se acerca a mi y con ambas manos, agarra mi rostro para unir nuestros labios en un beso que no correspondo, pero aun así continúa forzándolo.

Se agacha un poco mas para quedar a mi altura y una vez allí, comienza a tocar mi pecho sin pudor alguno mientras intento zafarme de su agarre, pero la situación en la que me encuentro no es la más adecuada.

—Desátame...Vuelvo a pedir mientras sus besos bajan por mi cuello, causándome asco y repulsión, a lo que, sobre él, responde un no.

Sus toques son fuertes y la forma en la que me esta tratando hace que quiera matarlo en ese jodido instante, pero sabia que debía ser más estratégica y no actuar por instinto. —Te iras conmigo. —Dice alejándose un poco, dándole fin a ese desagradable beso. —Le dirás a Jungkook que ya no quieres nada con él, si es posible que cancele la boda, pero tú, tú te iras conmigo.

—Es imposible.

—¿Me harás caso o no? —Su mano sube a mi cuello y lo aprieta con fuerza, obligándome a aceptar su orden, moviendo mi cabeza de arriba abajo.

Vuelve a atacar mis labios, de vez en cuando mordiéndolos un poco sintiéndose completamente errado hacerlo. —Debemos irnos...—Marcus me deja y sube las escaleras con rapidez. Después de un par de minutos, baja con una maleta de mano, llena de lo que al parecer es mi ropa y la cierra, para después llegar hacia mi y comenzar a desatarme. —No intentes gritar o hacer algún movimiento porque juro que no tendré piedad y te mataré aquí mismo.

Asiento y en cuanto termina de hacerlo, caigo sobre sus brazos como si me encontrara débil. —No estoy bien...

—Te cargaré. —Así lo hace y dejo que lo haga. Con pasos firmes se dirige hacia uno de los vehículos que están estacionados en el exterior de la casa, trayendo consigo aquella maleta que antes arreglo para mí.

—Mi cartera...—Digo en cuanto se sube al auto de piloto y me mira confundido. —Tengo todo allí...Mi identicación, mis tarjetas, Todo y la necesito conmigo.

—No soy estúpido.

—¡No es una estupidez! ¡No haré nada! Solo te pido eso.

Parece pensarlo durante un momento y hace una mueca de molestia en cuanto asiente, aceptando ir por ella. —Dejaré las puertas con seguro y me llevaré las llaves, No hagas una estupidez.

En cuanto se baja del auto y en cuanto atraviesa la puerta principal, Busco algo en la maletera con lo que pueda romper el vidrio de la ventana y así lo hago. Una gran llave de herramienta esta allí. Doy un suspiro, pensando en todo lo que haré en cuanto lo rompa y sin pensarlo dos veces, Lanzo con fuerza de aquella llave al cristal, haciendo que este se rompa, sonando un estruendo. Estruendo que se que es escuchado por Marcus ya que este me mira desde la gran ventana de mi habitación con rabia y enojo.

Los Mafiosos no pueden estar en prisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora