R + S (fluffober 2021) (wolfstar)

1. Contacto visual

Eye contact (contacto visual): No es simplemente mirarse a los ojos. Es ese instante, ese momento, en el que miras a quien te parece único en el mundo y esa persona te mira de vuelta. Y puedes jurar por ese instante que tú también eres único, todo por su mirada.

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En la prestigiosa institución de Hogwarts todos los días ocurrían sucesos dignos de mención, como aquella vez en la que Peter Pettigrew rompió el récord y logró resistir noventa y ocho malvaviscos quacks, o aquella ocasión en la que se descubrió que alumnos de Hufflepuff mantenían una sala de descanso clandestina en un sótano abandonado del lugar, o cuando James Potter llegó a clases sobre un caballo. Sin embargo, había otros momentos, momentos sutiles, breves, casi imperceptibles, que Sirius Black guardaba en un lugar cercano a su corazón.

Eran momentos que a ojos de otras personas no serían igual de relevantes como lo eran para ese par de ojos grises, atentos en búsqueda del contrario.

—Pero dime, Sirius, ¿entiendes bien por qué el poema se interpreta de esa manera? —le preguntó Remus mientras estaban sentados en el pasto, bajo la sombra de uno de los tantos árboles que había en Hogwarts. Tenía en su regazo un libro abierto de par en par, y junto a él, la guía de actividades que habían dejado de tarea en la última clase de Literatura.

Sí, Sirius entendía el poema. De hecho, para él no era una asignatura realmente complicada, pero desde hace un tiempo le hacía gracia la manera en la que Remus explicaba temas referentes a las letras, con una sonrisa imposible de ocultar y un fervor contagioso.

A Remus le gustaba leer.

A Remus le gustaba enseñar.

Y a Sirius le gustaba Remus.

—Sí, sí, entiendo —y acto seguido tomó el papel entre sus manos y leyó en voz alta después de carraspear—: Tú nunca entenderás lo que te quiero, porque duermes en mí y estás dormido.

Remus ocultó el rostro mientras reía en respuesta y ahí, ahí estaba, su mirada conectando con la de Sirius.

Podía ser un minuto, un segundo o mucho menos, pero a Sirius le bastaba para que ese mínimo instante se grabara dentro de los acontecimientos importantes de su día, dentro de los sucesos dignos de mención de la prestigiosa institución de Hogwarts, porque era relevante. Como mínimo debía salir en los periódicos, como boletín especial en las noticias de la tarde: Sirius Black había sido la única persona en la faz de la Tierra por ese breve instante, a ojos de Remus.

Se acercó de manera habitual, para nada sospechoso.

—¿Me podrías explicar este otro poema?

Porque le daba la impresión de que cada vez que Remus le explicaba algo, este también buscaba su mirada de vuelta.

Y eso bastaba, momentos en los que ambos eran únicos a ojos del otro.