3. Bajo la lluvia

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Under the rain (bajo la lluvia): Hay pocas ocasiones en las que el clima parece alinearse con sus sentimientos, pero cuando ocurre, se siente como una catarsis, como si los latidos, las respiraciones y los pensamientos vinieran de las nubes, se enredaran con las gotas de agua y salpicaran cayendo en los charcos.

***

Sirius estaba acostumbrado a vivir en una ciudad donde debía cargar con un paraguas en caso de emergencias. La lluvia era especialista sorprendiendo a los habitantes más desprevenidos, deslizándose sin aviso entre días, meses y estaciones del año.

Ya había empezado el receso del almuerzo para cuando cayeron las primeras gotas de agua, cubriendo poco a poco la superficie del patio central de Hogwarts. Los Merodeadores no se hicieron esperar y emprendieron marcha en dirección a la azotea, con James llevando un balón de fútbol bajo el brazo y las gotas una detrás de la otra aterrizando con prisa en compañía del viento.

—¡Está vacío aquí! —exclamó el de lentes, dando el primer puntapié al balón y comenzando con el juego.

Remus les observaba sentado al borde del pasillo mientras se cobijaba de la lluvia. Se reía con cada ocurrencia que gritaban sus amigos y de las jugadas imposibles que creaban, intentando lucirse. Poco después aparecieron los hermanos Prewett en la cima de las escaleras y se unieron al partido. La lluvia caía, el sol avanzaba desapercibido detrás de las nubes y quedaban diez minutos para volver a clases.

Fabian ideó una pequeña apuesta por un par de libras. Para que la instancia fuera justa Sirius decidió restarse, así cada equipo constaría de dos personas; James y Peter por un lado representando a los Merodeadores, y los hermanos Prewett por el otro. Tiraron la moneda, cara o cruz, y el partido comenzó.

—Estás empapado —comentó Remus, señalando la camisa de Black cuando este se sentó a su lado—. ¿No agarrarás un resfriado?

—No creo —respondió, sacudiéndose la melena azabache y salpicando pequeñas gotas a propósito.

Remus rio y le apartó con falso enojo, reprochándole que no era un perro para que estuviera haciendo eso. Sirius soltó una carcajada mientras intentaba no temblar de frío, o de risa, o de nervios al estar tan cerca de él.

Podía sentir su calor, podía sentir sus hombros en contacto, uno junto al otro.

—Sé que es obvio, pero nunca había notado que te gustaba tanto la lluvia —dijo Remus.

Llevaban conociéndose desde los once años, ahora ambos estaban casi en su último curso de preparatoria, y aún así habían conversaciones dejadas atrás en el tintero.

Todos los días, sin falta, Sirius conocía algo nuevo de Remus.

Y todos los días, sin falta, Sirius confesaba un secreto (desde relatar la accidentada relación que tenía con sus padres hasta argumentar por qué su goma de mascar favorita era la de sabor sandía).

Sirius se encogió de hombros.

—Me agrada este clima desde que tengo memoria. La lluvia trae lindos días.

La lluvia era limpieza, era cambio. Sirius veía agua y algo se encendía dentro de él, un deseo por sumergirse y convertirse en parte del clima. La lluvia era un corte en el tiempo, oportunidades, aire puro, borrón y cuenta nueva.

—Y dime —se giró en dirección a Remus—, ¿te gustaría agarrar un resfriado conmigo?

—¿Qué tipo de propuesta es esa? —preguntó con una sonrisa, sin despegarle la mirada de encima.

—Una de la que no te vas a arrepentir, Lupin —ofreció—. Bueno, quizás sí, cuando estés tirado en la cama con fiebre, pero siempre se puede tentar a la suerte.

Rieron, y con cada movimiento Sirius volvía a estar consciente de que sus brazos estaban juntos al lado del otro.

—Prefiero quedarme aquí, ya sabes, seco —respondió el castaño.

Los cuatro chicos aún corrían detrás del balón y las gotas de agua chapoteaban en los pocos charcos que ya se habían formado.

—¿Aquí conmigo? —bromeó Sirius.

O quizás no bromeó.

Tentando a la suerte.

—Aquí contigo.

La lluvia caía y ambos la observaban, en medio de una atmósfera creada especialmente para ese preciso momento. Remus descansó su cabeza en el hombro de su amigo, en silencio.

Es un lindo día, efectivamente, pensó Sirius, apoyando su cabeza en la del contrario y sintiendo los rizos castaños haciéndole cosquillas en la barbilla.

R + S (fluffober 2021) (wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora