ʙʟᴀᴄᴋ ᴡɪᴅᴏᴡ (Tn x Hanma)

🄻🄰🄱🄸🄰🄻

Estábamos tan cerca que podía apreciar mejor sus labios, quería besarlo pero me daba miedo a terminar con el corazón partido, pero a pesar de eso quería intentarlo aunque luego me doliera. Con su mano libre me tomo por mi nuca y me acerco más a sus labios fundiendo nos en un beso dulce que luego se convirtió en algo más pasional lleno de mordidas por su parte. Su lengua entraba en mi boca y jugaba con la mía a tal punto que ya nos estábamos quedando sin aire. Al separarnos un poco el me miro fijamente mientras acariciaba un mechón de cabello rebelde.

-Me gustas, en serio-me dio un pequeño beso.

-Carajo, no se que decirte-era la verdad, nunca tuve relaciones estables que duraran más de dos días, siempre era coger y dejarlos.

-Acepta salir conmigo, por favor-quede pensativa por unos momentos-dime que sí, haré que sea la mejor cita de todas.

-Bueno-respondí mirando al otro lado de la habitación pero su rostro se interpuso.-Voy a pensarlo.

-¿En serio?-preguntó con sus ojos brillantes.

-Si pero sigue recordando que estoy trabajando-conteste mientras el colocaba su cabeza entre mis piernas.

Acaricie sus cabellos por unos segundos y comencé a sentir pesados mis ojos por lo que apague la luz desde el interruptor que estaba al lado de la cama y luego me recoste a su lado, me tomó por la cintura y acerco cada vez más nuestros cuerpos, coloco su cabeza en mi cuello y me tapo con una manta que tenía en la parte inferior de la cama.

-Buenas noches, princesa-yo solo le di una palmadita antes de quedarme dormida.

(...)

Ya por la mañana me desperté debido al gran golpe de la puerta de mi habitación. Mierda, rápidamente mire a mi lado buscando a Hanma y no estaba. Mire luego a la puerta y como de esperar eran los mellizos, los mire de mala gana y volví a taparme con las sábanas.

-El día esta tan hermoso como para venir a molestar a nuestra mejor amiga-Taro metió sus manos por debajo de las sabanas e intentó jalar de los pies pero recibió una patada como respuesta.

-Deja dormir-respondí y ambos se recostaron en la cama.

-Vine a saber como te esta yendo con los dos tipos esos, en un rato iré a la escuela-contesto Kano.

Me levanté un poco y lo miré, llevaba su uniforme reluciente y su cabello como siempre un poco desordenado.

-Bien, acepte una cita con Hanma para que dejara de molestar-di un bostezo y me estire un poco, al abrir mis ojos ambos chicos me miraban fijamente.

-Mil dólares a que solo durarán dos días-comentó Taro sacando de su billetera el dinero.

-Yo apuesto que solo durarán dos-ambos se dieron la mano como si se estuvieran haciendo un contrato por lo que les tire una almohada y ambos rieron.

Me puse de pie buscando unos shorts y poniendomelos, para ellos ya era costumbre verme en ropa interior ya que desde pequeños nos conocemos y hace tiempo perdimos el pudor de vernos así. Salimos los tres de la habitación y bajamos a la cocina donde la cocinera ya estaba terminando de preparar mi café, Kisaki y Hanma ya estaban en la mesa esperando.

-Yo me iré, te dejo a Taro en tus manos-dijo Kano tomando su mochila y luego desaparecer por la puerta principal.

Me senté en la cabecera de la mesa y me quedé mirando a un punto fijo con mis ojos un poco llorosos, había bostezado más de siete veces y la verdad es que si quería seguir durmiendo. Taro paso su mano enfrente de mis ojos intentando sacarme de mi transe pero no le hice caso y seguí en la misma posición hasta que por fin tuve el café delante de mi.