ʙʟᴀᴄᴋ ᴡɪᴅᴏᴡ (Tn x Hanma)

🅄🄽🄸🄾🄽

Después de firmar quedamos en que hoy será el día que ambas pandillas se conocieran, lo que más me emocionaba es que estaría junto a los reyes celestiales que faltaban por conocer ya que Kakucho lo conocí hace tiempo.

Taro y Kano estaban en mi sala de reuniones mirándome fijamente después de saber la decisión que había tomado, era algo que jamás hubieran esperado de mi y sobre todo la alianza con tenjiku.

-Tn, ¿estás segura de lo que hiciste?-hablo Kano mirando el contrato y luego a mi repetidas veces.

-Tenemos que hablarlo con los miembros de la pandilla.

-No se preocupen, hoy por la tarde vamos a hablarlo. Vamos a reunirnos con los demás en la fábrica abandonada. Díganle a los demás sobre el punto de reunión y quiero que todos vayan sin importar que.

-Sí señorita-dijeron al mismo tiempo.

-Dejen de decirme de esa manera, estamos en confianza solo llámenme por mi nombre-dije sonriendo mientras hacía seña a los guardias para que se fueran del lugar.

-¿Como te sientes con la reunión de hoy tn?

-Siento que estamos dejando de jugar a las muñecas y vamos a lo grande-mire como ellos sonreían.

-Nuestros padres estarán muy orgullosos de nosotros al saber que somos una de las pandillas más fuertes-Taro estaba eufórico.

Taro, Kano y yo nos conocíamos desde pequeños ya que en las reuniones de la mafia, las prostitutas solían cuidarnos hasta nuestros padres pensaron en crearnos nuestra pandilla para que sepamos a que sabe el crimen aunque nosotros también tenemos sueños apartes. Kano por su lado estudia por las mañanas y sueña con ser el médico cirujano más reconocido del mundo, Taro quiere ser el dueño de su propia escuela donde los chicos y chicas aprenderán artes marciales y puedan hacer las cosas a su manera. Mi sueño es ser abogada de derecho penal, al principio fue para defender a papa y sus amigos cuando sean arrestados pero luego me di cuenta de que me gustaba demasiado como para cumplir mi sueño por otros.

-Tn, ¿bajamos a comer?

-Claro, ¿Qué podemos comer?

-Pizza-dijimos los tres al unísono. 

Bajamos como niños pequeños mientras reíamos, la cocinera que solamente venía a preparar la comida e irse nos quedó mirando asustada pero luego supo que estábamos jugando como los niños pequeños que éramos en su momento. Al saber que estábamos de esa manera, ella supo lo que veníamos a buscar y puso manos a la obra mientras nosotros corríamos al jardín con la pelota de fútbol.

Kano y yo éramos muy buenos jugando pero Taro siempre recibió el pelotazo en la cara, lo cual hacía que hasta mis guardias se rieran de él. Me sentía feliz con ellos a mi lado y ahora más que nada serán parte del paso más grande de Venomous.

-Taro aprende a patear-dije esquivando el pelotazo que iba a ir directo a mi rostro.

-Tn sabes que Taro tiene dos pies izquierdos, hasta mi abuelito da mejores pases y eso que él esta en silla de ruedas-dijo Kano mientras que Taro comenzó a perseguirlo.

-Corre marica corre porque cuando te alcance voy a matarte

-corre Kano, no dejes que el chico de dos pies izquierdos te alcance-comencé a reír.

-Todavía no ha caído, ayuda me va a alcanzar, sálvame black widow-estaban corriendo en círculos.

-Ahora te rescatare damisela en apuros-corrí detrás de Taro mientras nuestras risas resonaban por todo el lugar.

Nos cansamos luego de un rato y nos tiramos al suelo mirando hacia el cielo, las nubes hoy se veían mas esponjosas de lo normal así que me relaje bastante, comenzamos a hablar de nuestras infancias juntos. Los tres tenemos la misma edad pero yo siempre fui la más fuerte de todos y eso me gustaba porque desde pequeña fui mandona.