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Kano a contactado con Hiroki, se encuentra viajando por el mundo pero ha decidido volver para que hablemos de todo lo que ha pasado en nuestras vidas, no quiero imaginarme las tapas de revista cuando nos vean juntos luego de tantos años. Desde que el se fue, varios medios sacaron deducciones muy raras haciendo que no podamos manejar los yakuzas para no exponer esa parte de nosotros.

-Ya esta viniendo Hiroki-dijo Taro llamando mi atención.

-Vaya, no ha tardado mucho -sonreí.-Vamos a buscarlo en el aeropuerto, tengo que darle la bienvenida como se lo merece al hijo de puta.

-¿En cuanto tiempo va a llegar?-pregunto Kano que me hacia masajes en los pies.

-En dos horas estará en el aeropuerto, estaba en Corea. Me sorprende ya que nunca le ha gustado ir al mundo de los idols y mucho menos le gustan las coreanas, me parece raro que haya elegido ese lugar.

-Me daré una ducha y vamos a buscarlo, preparen los autos y los guardaespaldas. Van a haber muchos reporteros si voy como la heredera de la empresa de papa.

-Esperemos que no se filtre la información de que los hermanos Kobayashi se han reunido nuevamente.

Toda nuestra vida estuvimos acostumbrados a la fama y el dinero, nos criaron de esa manera. Siempre teniendo un perfil alto ante todo lo que hagamos, inclusive matar personas. Siempre nos lucimos y no dejamos que nadie nos opaque aunque no sea nuestro momento de brillar, en parte agradezco a papa por haberme criado de esa manera pero a veces lo odio porque me gustaría dejar de ser el centro de atención por solo cinco minutos. 

Los dramas con los medios de comunicación aparecieron desde el día de mi nacimiento, literalmente un paparazzi se infiltro entre los enfermeros para sacarnos una foto a mi hermano y a mi. Luego de eso el escandalo al ver a mi hermano irse sin dar alguna información sobre alguna de las explicaciones.

El gran escandalo que me hicieron pasar a mi fue cuando pensaron que tenia una relación con el hijo del primer ministro cuando en realidad solo nos habíamos saludado por educación en un evento donde había muchos hijos de empresarios y gente con demasiado poder. Según una revista, ellos suponían que estábamos saliendo porque se noto un brillo en mis ojos al saludarle pero en realidad era la luz que me habían puesto encima, ¿como mis ojos no van a brillar si me han estado apuntando con cámaras directamente al rostro mientras saludaba a todos los presentes?

Sali de la ducha y camine hasta la habitación, me coloque un vestido negro que llega hasta cuatro dedos por arriba de mis rodillas, zapatillas blancas, deje mi cabello suelto y me coloque unos lentes de sol y un cubrebocas negro para evitar que la presa me sacara fotos estando tan demacrada como lo estoy ahora.

-¿Están listos?-pregunte a los chicos mientras bajaba a duras penas las escaleras.

-Si capitán estamos listos-dijo Kano por lo que comencé a reír.

-Vive en una piña debajo del mar- comenzó a cantar Taro.

-Esperemos que nadie de la prensa este presente.-dije subiendo a la camioneta negra.

Es realmente difícil moverme con tanto peso en mi barriga, mi espalda me esta matando y sobre todo es difícil respirar bien que digamos, por la noche a uno de los trillizos se le dio por patear pero a mi pulmón y en serio se sintió muy feo.

Mire hacia el frente mientras que dos autos nos seguían, son los mellizos y guardias que están aquí para ayudarme y protegerme, ni siquiera puedo entrenar en el gym. Apenas puedo hacer unos movimientos con la katana o tirando cuchillos pero eso no me sirve en estos momentos.

-Señorita, ¿quiere que le ayude a bajar cuando lleguemos?-pregunto uno de los guardias.

-Si, gracias- sonreí y volví a perderme entre el cielo azul que había en estos momentos sobre nosotros.

ʙʟᴀᴄᴋ ᴡɪᴅᴏᴡ (Tn x Hanma) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora