ʙʟᴀᴄᴋ ᴡɪᴅᴏᴡ (Tn x Hanma)

🄵🄰🄼🄸🄻🄸🄰 🅂🄰🄽🄾

Han pasado dos semanas y mi vientre esta más grande, según la obstetra los tres bebes que estan en mi vientre parecen ser saludables aunque dos de ellos parece que se agarran a golpes. Genética de Hanma y mia, no me sorprenderia que apenas salgan quieran pelear con los enfermeros o algo por el estilo.

-¿Vas a seguir allí?-preguntó Taro mientras yo sigo en el sofá comiendo helado con pepinillos.

-Déjame tranquila o traeme un una jeringa con sangre.

-Sigo sin creer que te coloques unas gotas de sangre debajo de la lengua.-dijo Kano que se encontraba a mi lado acariciando mi vientre.

-¿Cómo te sientes?-pregunto el menor.

Mis lágrimas se comenzaron a caer mientras seguía con mi vista fija en la tv, estaba escuchando canciones de Elvis Presley mientras comía mis antojos pero ahora me siento triste y gorda, ambos hermanos me abrazaron por lo que comencé a ser un río de lágrimas. Extraño a Hanma y Kisaki, seguramente Kisaki desde el momento en que supimos iba a darme ideas para sus nombres o me ayudaría a escoger ropa.

-Lo extraño demasiado-susurré con un hilo de voz.

-Tranquila, seguramente pronto lo vamos a encontrar. Intenta estar bien por los bebés-Kano acarició mi cabello.

-Si hubiera matado a esa chica, seguramente nada de esto habría pasado...-dije aferrándome a mis amigos.

-¿Quieres ir a verla?-preguntó Taro a lo que asenti.

Me puse de pie y fui hasta mi habitación para poder mejorar mi imagen, estuve en pijama desde que me desperté aunque me he duchado y todo. Me sorprende ver que mi vientre es como un melon en crecimiento, ¿por qué tres y no solamente uno?.

Me coloque un vestido negro con flores rojas, un poco ajustado y que es cinco dedos debajo de mis muslos. Ahora viene el verdadero problema, colocarme mis calcetines y zapatillas, por la barriga que tengo en este momento me cuesta demasiado poder llegar hasta mis pies por lo que hago una lucha con mis hijos para poder llegar hasta mis pies.

Si esto me pasa a los cuatro meses de embarazo no me imagino a los siete meses u ocho, ni siquiera voy a poder ponerme de pie.

Logro colocarme mis calcetines pero ya estoy muy cansada como para colocarme las zapatillas así que gritó el nombre de los mellizos para que vengan a ayudarme. Ambos entran corriendo a la habitación y le muestro que es lo que quiero por lo que ambos sonríen y comienzan a ayudarme, me siento cada dia mas inutil con estos bebés dentro de mi porque no puedo hacer nada sin cansarme o quedarme sin aire.

Kano me da su mano para que pueda levantarme de la cama y llamó a una de las sirvientas para que cepille mi cabello, no tengo energía suficiente como para cepillarlo por mi cuenta.

-Señorita-habló la mujer por lo que la mire por el reflejo del espejo.

-Dime, Caterina.

-Yo estuve embarazada a su edad también...déjeme decirle que no es nada fácil ser madre soltera pero usted es muy fuerte y su carácter le ayudara, espero que esos niños la hagan muy feliz. Aquí vamos a estar todos nosotros para usted, es nuestra ama y jamás le vamos a fallar.

-Gracias, Caterina. Lo aprecio mucho-dije sonriéndole.

-Ya esta-dijo déjenme ver lo lacio que estaba mi cabello después de ser peinado.

-Puedes retirarte.

-Sí señorita, con su permiso- hizo una reverencia para luego irse cerrando la puerta detrás de ella.

Me puse de pie y busqué mi cartera negra para poder irme, coloque dentro de esta todo lo necesario. Me mire por última vez al espejo y salí de la habitación encontrándome con los dos hermanos parados en el pasillo donde esta la escalera.