「Un Sucio Policía 2」

9. Misión Im-posible

JYUTO.

—Sé lo ruego, directora Kadenokoji.— dije hincandome frente a ella —Por favor, encuéntrela.

—Tsk. Levántate, Iruma. Deja de hacer esas ridiculeces.

—No lo haré. No hasta que me diga que va a encontrarla, y me la regresará sana y salva.— ella soltó una risa.

—Sinceramente, pienso que eres estúpido al venir a estas alturas a pedirme ayuda; pero también, puedo ver que la amas en serio, es lo menos que ella merece.— hizo una pausa —Movilizaré un escuadrón de fuerzas especiales. ______ estará bien, te lo puedo asegurar.

—Gracias... directora...

       

(...)

       

—¿Y en cuánto tiempo? ¿¡Por qué no le preguntaste?!

—Confío en que lo hará pronto... por lo menos antes de que... me case con esa mujer.

—¿Cuándo es eso?— preguntó Rio.

—Mañana al medio día. Le informé de todo a Ichijiku así que, si. Espero que lo haga antes de eso... ahora, debo irme...

—Iremos contigo... por cualquier cosa que se pueda presentar.

—Gracias...

        

(...)

      

—Siento mucho lo que está pasando, Jyuto...— dijo Rio, mientras cargaba a mi hijo.

Estaba a punto de casarme... con alguien que no era ______.

—Si no hay de otra para salvarla, lo haré. Ella y mi hijo, son lo más importante en mi vida.

Los tres nos dirigimos a aquella sala. Ella estaba vestida de blanco, no con un vestido pero, de blanco. Estaba acompañada ya del juez.

—¿Ya están listas las copas de champán para brindar?— le preguntó a una chica que estaba allí.

—Si, señorita.— ella le sonrió, y entonces me miró.

—Por lo menos finge que estás feliz.— rodé los ojos.

El juez decidió comenzar la ceremonia y todos prestamos atención, bueno, yo no estaba atento del todo, sólo pensaba en cuando volvería a ver a _____, eso era lo que más deseba ahora, no esto...

Homura se acercó a firmar el acta de matrimonio y justo, justo en el momento en que yo iba a hacerlo, las puertas de la sala se abrieron dejando entrar a miembros del partido de las palabras.

—Arréstenla— dijo Ichijiku, señalando a Homura.

—Las mujeres somos lo suficientemente fuertes como para tomar el control del gobierno, de superarnos y demostrar lo que valemos. ¿Pero hacer esto?— rió —Te arrepentirás, de traicionar a una igual, y sobre todo, de que esa igual, sea tan importante para mi. Llevensela.

—¡Directora! Dígame que la encontró...

—Así es. Ya hay un equipo trabajando en su rescate. En unas horas estará de vuelta contigo... hola, pequeño— dijo pellizcando la mejilla de Ryo —Tú mamá, es la mujer más fuerte que conozco, pronto estarás con ella.— me miró —Sigame, Iruma.

     

______.

—Pues... parece que alguien no nos dejará ser felices, amor. Gente de Chuuoku está allá afuera.