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Ambos caminamos de la mano sin timidez, viendo el cielo, mientras tú hablabas de lo maravilloso que podría ser el espacio exterior siendo visto por nuestros propios ojos. Yo tengo tanto miedo de ir allí arriba, según la gente el espacio es un lugar enorme e infinito, pero no tengo miedo de perderme a mi mismo... ¿Qué tal si te pierdo a ti? Tengo tanto miedo de esa pregunta, eres mi mejor amigo Craig, pero si tan sólo supieras lo que yo sé.
Me miraste con una sonrisa, y jure por un momento sentirme más arriba del espacio o cualquier lugar que le siguiera.
Me perdí en esos ojos verdes tan hermosos que tienes, unos ojos que aunque la mayoría del tiempo muestren firmeza o indiferencia, son más que cualquier cosa, y están llenos de pasión.
¿Algún día me verías? ¿Me verías como yo lo hago? ¿Algún día te darías cuenta de que mi corazón late desesperado cuando estoy contigo?
Abriste tu boca, dijiste algo y no pude entenderlo, no logre escucharte, pero asentí para no quedar en ridículo.
Craig Tucker, mi mejor amigo, un chico amante del espacio y los conejillos de indias, fanático del orden y el silencio, amaría que pudiéramos explicarnos ¿cómo llegamos hasta aquí? Y aún si supieramos la respuesta, seguiríamos juntos.
Te levantaste aún sin soltar mi mano, miraste una vez más el cielo y luego me miraste a mi. El brillo plateado de la luna te hace ver tan bien, hace resaltar tu cabello negro ahora descubierto, hace que tus ojos brillen igual que el mar, hace que este momento se vuelva de mis favoritos.
Me siento tan nervioso ahora mismo, tengo muchas ganas de vomitar, tengo ganas de hacerte feliz, realmente quiero hacerlo, quiero llevarte al espacio para cumplir tus sueños, y especialmente quiero demostrarle a la luna que yo gané, porque yo tengo la estrella más brillante de esta galaxia.
Oh, Craig, si tan sólo yo pudiera hacerte feliz, yo sería más feliz que tú por sólo estar contigo, si pudiera sostener tu mano de esta forma todo el tiempo, si pudiéramos ver las estrellas todas las noches, si volviéramos a ser los niños que cantaban y bailaban sin miedo, si conociéramos a los adultos que nos volveremos algún día y tuviéramos la capacidad de saber si seguiremos juntos, si en este presente, y en el de mañana, y en todos los amaneceres hasta los anocheceres de siempre yo pudiera saber si me amas como yo.
Porque sí, nos tomamos de la mano y nos sonreímos como nunca hacemos con nadie, pero no eres gay.
Y si lo fueras, no quisieras estar conmigo.
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