6

650 44 3
                                    


Me demoré veinte minutos en llegar a casa.La emoción e intriga recorrían mi cuerpo,a pesar de que me había prometido no ilusionarme ni idealizar nada,fue imposible,y cierta sensación de que sería algo que no me esperaba,invadía mis pensamientos por completo.

Al llegar,abrí la puerta muy sigilosamente e inmediatamente me encontré con un largo camino de velas acompañado con pétalos de rosas,el cual me llevaba directamente a la cocina.

-¿Erick?-hablé bajo.

-No estoy-respondió desde la cocina.

Solté una leve risa y caminé hacia allá.Pude escuchar que estaba sonando la canción "Desde que te vi-Natalino",ahí pude comprender de que se trataba más o menos,y estaba casi segura de que el tío lucho tenía algo que ver en todo esto.

Entré y me encontré con el Erick vestido más o menos formal.Llevaba puesto unos jeans negros,con una camisa negra y unas zapatillas negras también,prácticamente era un hombre de negro,pero se veía extremadamente lindo.Su delicioso perfume aromatizaba mis fosas nasales y hacía que quisiera lanzarme a abrazarlo para así no soltarlo nunca más.Sobre la mesa había un sobre y a su lado un ramo de rosas rojas.Supuse que tenía que abrir ese sobre y leerlo,sin embargo decidí darle una mirada interrogante al Erick para que el me dijese que hacer.

-Ábrelo-rió.-Tienes que leer esa carta.

-Bueno-solté un suspiro nervioso.

Sofía:
Como olvidar el día en el que te conocí por primera vez,ese día pude experimentar por primera vez lo que era sentir esas "mariposas" en el estómago.Tu linda sonrisa y mirada me flecharon,y desde que te vi supe que eras tú la mujer a la que tanto esperaba.Gracias por todo lo que has hecho por mi y por soportar cada maña que tengo.
Esta carta la hice más que nada para decirte (si es que tú aún no te das cuenta),que me gustas,me estoy enamorando poco a poco de ti,y estoy casi seguro de que tú sientes lo mismo.No quiero apresurar las cosas,así que vayamos lento pero seguro,y lo más importante,siempre juntos.

Te quiere-el mejor caso que has tenido en Italia/el paciente más pesado del mundo.

Inconscientemente habían lágrimas deslizándose por mis mejillas,no tenía ni la más remota idea de que decir,ya que nunca había estado en una situación así.El Erick al notar mi estado de shock,atinó a acercarse a mi para rodearme con sus brazos acogedores.Me aferré a su abrazo casi como si fuera el ultimo.

-Te quiero-susurré.

-¿De verdad?-me separó de él para poder mirarme directamente a los ojos.

-De verdad-sonreí.-Quiero que las cosas entre nosotros dos se den.

Sin emitir palabra alguna,acomodó su mano en mi mejilla,y me dio el beso que yo tanto esperaba.Su mano restante se posó sobre mi cintura para poder pegarme más a su cuerpo.El apasionado beso,terminó con un piquito y otro largo abrazo.

-Tome asiento,principessa-corrió la silla para que yo pudiera sentarme en esta.

-Gracias-reí.

-No hay de qué-me regaló una sonrisa.-¿Te gustó la sorpresa?-miró atentamente.

-Me encantó-pausé.-Una pregunta.

-Dime-sirvió un poco de vino en ambas copas.

-No,dos preguntas-me corregí.-Uno,¿en esto tiene algo que ver el Lucho?-pude ver en su cara que había acertado.-Y dos,¿tú decoraste y preparaste todo esto?-apunté.

Italia-{Erick Pulgar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora