Luego de derrotar a Naraku y destruir la perla de Shikon, Kagome logra volver a su época. Al no poder encontrarse de nuevo con Inuyasha y el resto de sus amigos que se encontraban en la era Feudal debido al que pozo dejo de funcionar, Kagome entra e...
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Había pasado tres días y aunque sabía que Naoki estaba resolviendo algunos asuntos, ligeramente extrañaba un poco su presencia y más después de haberle admitido que sentía algo por él.
«Relájate Kagome, no te vuelta como Kotoko, no te vueltas como Kotoko». Se dijo a si misma mientras se encontraba sentada en una banca del campus de la universidad.
—Ya no hay demonios molestándote. ¿Ahora de que te estresas, ama? —pregunto Soushi sentando al lado de ella.
Kagome lo fulmino, ya que este aun la molestaba llamándola "ama".
—Sigues llamándome así y le harás compañía al líder de los demonios alborotadores —amenazó ella.
—Solo me preocupo por mi dueña —dijo él de forma inocente.
La azabache suspiró.
—Tú ganas —dijo ella resignada y luego miro a su acompañante—. Ahora que lo pienso, nunca pregunte si tienes familia. Solo sé que eres un demonio zorro que trabaja en el servicio secreto y estudia medicina.
—¿Por qué ahora te interesa? —Soushi arqueó una ceja.
—Necesito distracción —contestó Kagome inmediatamente—. Ahora cuéntame tu historia.
—Siglos atrás tenía una esposa, pero la perdí por culpa de un grupo de demonios.
—¿Y? —insistió Kagome queriendo saber más.
—Fin.
—¡¿Qué?! Resumiste todo en una sola oración —se quejó ella mientras se cruzaba de brazos.
Soushi sonrió.
—Tienes que entender que si alguien no te cuenta los detalles es porque no los considera importante contarlos. Además, seria en vano contar una historia triste cuando sé que ella volverá.
Kagome inclino la cabeza levemente hacia un costado confundida y luego lo entendió.
—¿Dices que ella reencarnara?
—Ella ya reencarno, solo espero el momento de encontrarme con ella —reveló Soushi mientras se levantaba de la banca dispuesto a irse.
—Si vas a huir, al menos, dime su nombre.
—Ririchiyo.
«Estos demonios y su forma de hacer su pasado misterioso». Kagome rodo los ojos viendo como Soushi desaparecía entre varios estudiantes que deambulaban por el campus. Luego una sombra se posó sobre ella y cuando miro a aquella persona se quedó sin respiración viendo que Naoki se encontraba vestido con un traje y sostenía un ramo de flores. «Supongo que ya estoy alucinando.»
—Me parece que tardaste un poco, ¿no? —dijo ella sonriendo.
—Tú también se tardaste al admitir que me quieres —dijo el de forma acusatoria.
