Luego de derrotar a Naraku y destruir la perla de Shikon, Kagome logra volver a su época. Al no poder encontrarse de nuevo con Inuyasha y el resto de sus amigos que se encontraban en la era Feudal debido al que pozo dejo de funcionar, Kagome entra e...
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Kagome se miró al espejo y respiro hondo para luego soltar el aire contenido, dos años atrás en un momento como este, estaría en la Era Feudal con Shippo, Sango, Miroku e ...Inuyasha. Nunca previno que después de haber salido del interior del meidou y destruir la perla, el pozo se llevaría a Inuyasha no permitiéndole verlo nunca más.
En ese momento, se sentía tonta por recordar su depresión de no poder viajar a la Era Feudal, pero sufrir pesadillas recordando a Naraku o la parte demoniaca de Inuyasha intentando atacarla solo hacía que no pudiera superar lo ocurrido. A veces pensaba que todo lo que vivió era un simple sueño que nunca paso. Extrañaba a Shippo, Sango, Miroku y a Inuyasha, siempre se terminaba preguntando que estarían haciendo ellos en estos momentos.
Aunque no solo su depresión fue un problema, sino que también sus poderes espirituales se descontrolaron. Con la ayuda de su abuelo, encontraron un templo que secretamente enseñaban a manejar los poderes espirituales de una sacerdotisa. El templo al que ella iba mantenía su entrenamiento en secreto porque era un poder espiritual perdido en el tiempo que ya no era necesario utilizarlo en la época moderna que estaba libre de demonios. Pero ese entrenamiento, no solo la ayudo a contralar sus poderes, sino que también le sirvió para perfeccionarlos como poder invocar un campo de fuerza alrededor de ella o ver las auras de las personas permitiendo distinguirlas.
Esas clases de habilidades solo lo sabían su madre, su abuelo y Sota, pero su tío Shigeo y su prima Kotoko no estaban enterados de nada de lo que había pasado; y prefería mantenerlo así.
Al darse cuenta que paso un largo tiempo pensativa, Kagome se froto la cara y se dirigió a la habitación de Kotoko, encontrándose con su prima teniendo lo ojos cerrado mientras besaba la nada con sus manos en una posición extraña.
Kagome miro a su prima arqueando una ceja expectante y carraspeo sacándola del raro sueño que estuviera teniendo ese momento.
—¿Eh? ¡Ah! Kagome-chan—dijo Kotoko mirando a su prima con nerviosismo mientras se rascaba la cabeza.
—¿Qué estabas haciendo? —pregunto Kagome ocultando su diversión.
—Soñaba con Irie-kun —respondió Kotoko embobada recodando su sueño mientras Kagoma suspiraba con irritación al escuchar el nombre—. ¡Hoy es el día Kagome-chan!
«¿Yo me comportaba de esa manera cuando estaba enamorada de Inuyasha?»
Al escuchar el entusiasmo de Kotoko, Kagome temió lo peor de lo que pudiera estar planeando su prima.
—Dime que es el cumpleaños de Satomi o Jinko —insinuó esperando que fuera eso y que no era lo que ella pensaba que Kotoko haría.
Kotoko rio negando con la cabeza.
—Hoy es el día que me declarare a Irie-kun con esta carta que escribí para el —revelo ella mostrándole la carta a su prima con cierta ilusión en su rostro.
