Capítulo siete

15 0 1
                                    

Han pasado dos días y no he sabido nada de Jae, sinceramente no sé por qué me importa, a penas lo conozco.  Si, a penas lo conozco y tuve sexo con él, no una, sino dos veces.  Y posiblemente, si lo volviera a ver, tendría sexo otra vez.

¿Esto me convierte en un homosexual? Lo cierto es que no recuerdo haber disfrutado tanto del sexo como lo hice con Jae.  

- Tierra llamando a Yun - Mitsui balancea su mano frente a mí, tratando de llamar mi atención.
- Lo siento, Mitsui, tengo la cabeza en otra parte - le respondo.
- ¿En otra parte ó en otra persona?
- Me estoy volviendo loco, no dejo de pensar en él.  ¿Qué rayos me hizo?
- Sinceramente, no entiendo tu obsesión por ese chico, ¿No puede ser tan bueno en la cama, para dejarte tan caliente? - dice en tono burlón - ¡Mierda! ¿Lo és? - mi rostro le responde antes que mi boca
- Si, no puedo mentir, me dejó en las nubes y absurdamente exhausto, aunque eso fue por las pajas que me corrí pensando en el recuerdo de la noche anterior, y después me quedé sin energías.  Sinceramente, no sé si es por el sexo o es otra cosa.  Jae tiene algo oscuro, algo distinto a cualquier persona que haya conocido antes.
- Bueno, no sigas, me convenciste ¿Cuándo lo conoceré?
- Ni siquiera sé, si lo volveré a ver, le pedí su número y no me lo dío.  Tiene el mío, pero no ha llamado.
- Tal vez el problema sea que tú no fuiste lo suficientemente bueno en la cama y por eso ya no quiere saber de tí - y aunque el comentario de Mitsui me molesta, puede que tenga razón - sólo bromeaba, Yun, sé de buena fuente, que sabes manejar muy bien a las mujeres.
- Esto es muy diferente, nunca antes me acosté con un hombre.
- Creo que debes tener sexo de nuevo, conozco un par de amigos - la sola idea me horroriza.
- ¿Crees que soy gay? - digo enfadado.
- Cuestionar tu sexualidad en este momento, creo que es una pérdida de tiempo.
- No me gustan los hombres, me gustan las mujeres, siempre ha sido así - me levanto, dispuesto a irme.
- ¿O sea que no te gustan los hombres, sólo te gusta Jae? - y me quedo paralizado por un momento, analizando la pregunta, digiriéndola.
- No lo sé - vuelvo a sentarme.
- Le diré a Lita y Mía que iremos a tomar algo a tú departamento, y veremos como se pone la cosa después de unos tragos.  Será una buena oportunidad de definir tus gustos - y a pesar de que quiero discutir la propuesta, creo que Mitsui tiene un punto.

JAE

La brisa nocturna me despierta y agudiza mis sentidos, el pequeño Chang sigue dormido, es normal, siendo tan joven en la inmortalidad.

Dejo una pequeña nota sobre la cama, indicándole que no salga, hasta mi regreso, y me marcho en busca de mi delicioso humano.

Lo encuentro en el bar, bailando, haciendo gozar a esas mujeres y mi miembro se pone duro al instante.  Lo deseo más de lo que imaginé.  No quiero que me vea, aún no, quiero verlo moverse con esa sensualidad exquisita que alborota a las jóvenes a su alrededor.  "Vampiro" escucho un susurró distante, y mis ojos se encuentran con ella.  Siento la ira recorrer mi cuerpo erizando mi piel.  No dudo en ir a su encuentro.

Es sin duda una mujer hermosa, sus labios carmesí dando pequeños sorbos a su trago, despreocupadamente, me dicen que no me teme.

- ¿Te diviertes? - me pregunta cruzando sus piernas frente a mí, en un gesto absolutamente seductor.
- Lo hacia, hasta que escuché tu voz - la observo con detenimiento, es joven, tal vez está bordeando los 23 años.
- 22 pronto cumpliré los 23 - y recuerdo entonces que ella puede leer la mente.  Impresionante.
- ¿Qué quieres Camile? - mi tono de voz la pone alerta, bien, así me gusta.
- No sabía que los vampiros como tú, tuvieran la necesidad de acostarse con humanos - y toca una fibra delicada.
- Te aseguro,  que los vampiros como yo, disfrutamos enormemente de los humanos - me acerco a ella, la dejo que sienta mi olor, y por un momento, su ritmo cardíaco se acelera - lo que haría contigo pequeña - rozo su cuello con mis labios, ella gime despacio, y la erección en mi pantalón comienza a quejarse pidiéndome una atención inmediata - podría hacerte gemir, Camile, y llevarte al orgasmo más asombroso de tú vida - me alejo de ella, y aunque se ve visiblemente afectada, simplemente, vuelve a tomar su vaso para seguir bebiendo - y bien - vuelvo a endurecer  el tono de mi voz - me dirás ¿A que has venido?
- A ofrecerte un trato - su respuesta me impresiona.
- Te escucho.
- Quiero que me entregues a Chang, y a cambio te diré algo de suma importancia para tí.
- Pequeña, me subestimas demasiado ¿Qué te hace pensar que necesito algo de tí?
- Puedo decirte dónde está Mikel - todos los músculos de mi cuerpo se tensan al instante.
- Aunque lo que me ofreces es verdaderamente tentador, a diferencia de ustedes, los humanos, nosotros no traicionamos  a los nuestros.  Que tengas buena noche - me levanto, y antes de despedirme, me acercó nuevamente a ella, hasta que mi boca roza la de ella - si vuelves a aparecer frente a mí, o me entero de que persigues a mi humano, te aseguro que disfrutaré matarte lentamente - y la beso, fuerte, con mi lengua saboreando toda su boca - no te conviene ser mi enemiga.

Besos Con Sabor A Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora