Capítulo Tres

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Ya en mi departamento, me preparo para mi letargo obligado, y mi mente revive el exquisito momento que pasé con Yun. 

De pronto siento un olor extraño, mi olfato me avisa que un vampiro ha entrado en mí territorio, y no puedo dejar de preguntarme ¿Quién en su sano juicio, osaria invadir mi espacio?  Los vampiros somos muy territoriales, y aprendí muy joven en la inmortalidad esa lección.

El sueño me lleva a la oscuridad, mientras las persianas del departamento se cierran para darme protección contra el sol.  Si en algo puedo estar de acuerdo con los libros que hablan sobre nosotros, es que efectivamente el sol puede matarnos.

YUN

No me he podido concentrar en ninguna de las clases de hoy, y por más que le doy vuelta, no puedo  creer que me haya dejado llevar a tal punto, que dejé que un hombre me tomara, sin siquiera conocer su nombre.

- ¿Qué sucede? - me pregunta Mitsui mientras toma un sorbo de su bebida.
- Anoche me acosté con un hombre  - y en un acto reflejo expulsa la bebida de su boca.
- ¡Mierda Yun!, no puedes soltarme algo así de repente.
- Lo siento - me disculpo - es que no creo que exista otra forma de decirlo.
- ¿Cómo es eso de que te acostaste con un hombre? No sabía que eras gay.  No te estoy juzgando amigo, pero pensé que después de tantos años de amistad, me lo habrías contado antes.
- No soy gay , Mitsui.  O por lo menos creí que no lo era. He tenido sexo con muchas mujeres, me gustan las mujeres - recalco - pero es que ese hombre, era jodidamente atractivo, y su boca... ¡maldición! La tengo dura otra vez.
- Wow amigo, no quiero tanta información - dice cubriendo sus oídos.
- Me he masturbado dos veces en lo que va del día, recordando lo de anoche.
- Debió ser muy intenso amigo.  Bueno, por lo menos ahora sabes lo que se siente darle por atrás a un hombre - dice bromeando.
- Yo fui el que recibió - y sus ojos se abren del asombro - ¿entiendes ahora mi confusión? Ni siquiera se su nombre.
- ¿Usaste protección por lo menos? - me pregunta preocupado.
- No - concluyo.
- No puedo creer que hayas sido tan irresponsable - me reprende - tal vez te drogaron.  No encuentro una explicación para tu comportamiento, siempre has sido muy centrado.
- Lo extraño de todo, es que cuando me lave, no encontré rastro de su semen en mí.  Pero, también creo que pude haber estado drogado, porque nunca en mi vida había estado tan caliente.  Él pudo haber hecho lo que quiso conmigo y yo no lo habría detenido.
- Por tu bien Yun, espero que no lo vuelvas a ver, y ve hacerte una prueba para descartar algún tipo de enfermedad.
- Si, ya hice una cita para tomarmela.
- Bien, volvamos clases.  Con todo lo que me has dicho, hoy me tendré que correr una paja en nombre de tu amante incógnito.
- No es divertido, Mitsui.
- Si lo es - y se marcha riendo.

JAE

Siento un olor familiar cerca.  No dudo en ir a su encuentro, porque sé que me ha estado llamando.  Salto por los edificios, hoy estoy de cacería.  Lo vi sobre una azotea esperándome.  Es un joven vampiro, debe tener unos 15 años de haber sido convertido.  Es un vampiro muy atractivo, su apariencia es la de un joven de unos 17 años, de cabellos rizados color negro, labios gruesos, con la piel bronceada.

Me observa sin una pizca de miedo en sus ojos, sólo curiosidad.

- Te estaba buscando - habla con acento extraño.
- Pues ya me encontraste - le respondo - ¿Qué haces en mi territorio? - su olor me es tan familiar que me molesta "¿Donde lo he sentido antes?"
- Ven - me guía al interior del edición, hacia el penhouse.  El departamento es hermoso, no tan grande como el mío, pero perfectamente decorado.
- No tengo toda la noche - me apoyo en una pared mientras cruzo mis brazos.
- Eres más hermoso en persona - me dice, observándome descaradamente.
- No sabía que fuera tan famoso.
- El gran vampiro Jae, si, eres famoso - se acerca a mi lentamente, desabrochando su camisa, dejando al descubierto un perfecto cuerpo - he anhelado por mucho tiempo este momento.

Debo confesar que no suelo acostarme con vampiros, porque hacerlo con ellos es entrar en una lucha de poder y control, pero en este caso, se muy bien que no habrá lucha, yo soy muchísimo más fuerte que tú.

Beso esos labios gruesos y descubro con agrado que sabes besar muy bien.  Me devoras y con ello mi deseo aumenta.  Presiono con mi mano tu trasero para acercarte más a mi, y hundo mis dientes en tu cuello encendiendote.  Y cuando los primero sorbos de tu sangre bajan por garganta, descubro con rabia quién eres.  Te lanzó con fuerzas lejos de mí y tú te pones alerta.

- ¡Maldito Mikel! - grito - no puedo creerlo.  Va por el mundo creando vampiros.
- Jae, por favor cálmate - me súplicas, claro, ahora temes por tu vida, debiste pensar en eso antes de buscarme.
- ¿Por qué estas aquí? - mi voz suena más ronca de lo normal.
- Te necesito - me respondes - estoy en peligro.
- ¿Donde esta Mikel?
- No lo sé, desapareció hace un año.
- ¿Por qué no me sorprende? - digo con ironía - ¿Qué te hace pensar que por ser hijos del mismo creador iba a ayudarte? No soy niñero de Mikel.
- Por favor, escucha lo que tengo que decir - intentas detenerme, pero soy más rápido.
- ¡Me matarán sino me ayudas! - me gritas, como si eso fuera a conmoverme.

Me siento tan cabreado, que mataría al primero que se me cruzara, y como si el destino estuviera a mi favor, descubro a un hombre intentando violar a una mujer en un callejón oscuro y solitario... Perfecto.

- Continúa - le digo cuando se percata de mi presencia.
- Ayúdame, por favor - me suplica la mujer.
- ¡Lárgate! - me grita el violador - o te mataré.
- Aunque me habría gustado ver como lo intentas, hoy no estoy de humor para juegos.  Vete, busca ayuda - le digo a la mujer, pero, una vez más, mi aspecto la  deslumbra - ¡Vete! - le grito enseñándole mis colmillos y finalmente sale corriendo - ahora tú, ¿Dónde estábamos?

Le destrozo literalmente el cuello, hoy no pretendo disfrutar del momento, como suelo hacerlo.  He librado al mundo de una escoria de persona, no era su primera violacion, pero sin duda, es la última.

Ahora, necesito relajarme, y sé perfectamente quién puede darme ese relajo.

Besos Con Sabor A Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora