Besos Con Sabor A Sangre

Capítulo diez

El camino hacia mi departamento es interrumpido por un olor enfermantemente familiar, y lo sigo casi como un animal, recorro el camino hacia la esencia hasta que por fin la encuentro.  En un local de música jazz se encuentra él...

Vestido completamente de blanco, con el cabello alborotado, con esos labios rojos, hermoso, tal como lo recuerdo, se encuentra Mikel.  Toca el piano tranquilamente, con notas demasiado perfectas para ser interpretadas por un humano.  Mira hacia mí a pesar de no haber entrado aún al local.  Me sonríe con malicia, seductoramente, clásico de él.  Ocupo el lugar más cercano al piano , mientras un mesero de acerca a tomar mi orden, pido lo tradicional, un vaso de  whisky, aunque obviamente no lo beberé.

Cuando termina de tocar, recibe con satisfacción los aplausos y camina directamente hacia mi mesa.  Roza mis labios y se sienta frente a mí.

- Tocaste maravillosamente - le digo.

- Siglos de práctica - responde sonriendo.

- ¿A qué debo el honor de tu presencia?

- Te extrañaba - responde con tranquilidad, lo que me molesta.

- Quisiera decir que te creo, pero después de tantos años, eso me parece un insulto.

- Vamos Jae, los años no cuentan para los vampiros como nosotros, dejamos de contar hace mucho tiempo - apoya su espalda sobre el respaldo de la silla mientras cruza sus piernas - veo con satisfacción lo mucho que has crecido.

- ¿Qué haces aquí Mikel? - mi tono fue un poco brusco, pero estoy muy enojado y me cuesta controlarme.

- Pensé que te alegraría verme - sus labios se curvan en una sonrisa.

- Siempre será un honor verte, padre - casi escupo la palabra.

- Mi adorado, Jae, ¿Tanto rencor me tienes?

- Los años hacen mucho más que sólo envejecerte, también ayudan a cultivar sentimientos, se fortalecen - me levanto con la intención de alejarme, pero me detiene tomándome del brazo.

No estaba preparado para sentir esa descarga en mi interior con su tacto, mi cuerpo se tensa involuntariamente, y por poco caigo.  Me toma de la mano y me guía fuera del local hacia un callejón oscuro y solitario.  Me arrincona contra el muro y atrapa mi boca con la suya.  Débil entre sus labios me dejó llevar.  Solo cuando su mano baja hasta mi entrepierna, soy consciente de lo que ocurre y como si hubiera despertado de un sueño, lo aparto de mi.

- ¿Crees que puedes aparecer ante mi, como si nada hubiera pasado? - no sabía que tenía tanta rabia guardada.

- Pensé en tí todo el tiempo, te amo Jae, eres mi creación más perfecta.

- Me abandonaste, Mikel, asi que no me hables de amor - veo dolor reflejado en sus ojos.

- Lo siento - susurra.

- Créeme, esa palabra nunca será suficiente - me alejo de él, y a pesar de que por dentro deseaba con todas mis fuerzas abrazarlo y decirle que lo he anhelado por tantos años, prefiero que el drama siga, por lo menos, por un tiempo más.

Llego al departamento más frustrado de lo que imaginé, para encontrarme a un Chang emocionado y resplandeciente.

- Veo que las cosas con Camile, van muy bien - manifiesto con ironía.

- Mejor de lo que crees - me responde.

- Bien, me alegro por ti, pero no has ido ahí sólo para tirártela - su rostro se torna serio y algo molesto.

- No te metas con Camile - me dice en tono de amenaza.

- Tranquilo, tú humana no me interesa, sólo quiero saber si te dijo algo importante - me quito la camisa y la dejo caer al suelo, veo la forma en que Chang me mira, si hubiera sangre humana y caliente corriendo en sus venas probablemente se habría sonrojado.