Capítulo seis

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Dejo que el agua recorra mi cuerpo, y no puedo evitar pensar en lo que Chang me dijo.  Si eso era cierto, entonces Mikel no confiaba en mí.  No lo  culpo, yo era inexperto, pude haberme sobrepasado con él.  Pero también, pudo haberme  enseñado, es un cobarde, anhelo el día de nuestro reencuentro, sentirá en todo su ser las consecuencias de haberme abandonado.

Salgo del baño secando mi cabello con una toalla, Chang esta vestido, y su ropa  apesta a su sangre, "¿por qué me molesta que lo hayan herido?"

- Haz captado mi atención - se voltea y me observa de arriba a bajo descaradamente - habla, ¿Qué está sucediendo?
- Podrías vestirte primero, me distraes - sonrió sin poder evitarlo.

He elegido algo sencillo, pantalón y una cazadora negra, zapatos deportivos y claro, mi cabello recogido.

- Sigues siendo una distracciones difícil de ignorar - Chang se sienta en el sillón frente a mí y se ve algo abatido.
- Tú también - sonríe avergonzado, realmente es un niño.
- Conocí a Mikel en mi primer año de carrera, impartía clases nocturnas en mi facultad, filosofía.  Puedes imaginarte que era una clase muy concurrida - dice con ironía - Mikel era un hombre tremendamente atractivo, y no lo digo solo por su aspecto, porque eso era algo evidente, era su forma de hablar, de caminar, de hacer que todo sonará sencillo aunque no lo fuera.  No tuvo una fijación especial conmigo al principio.  Por mi parte, era la primera vez que me sentía atraído por un hombre, así que comprenderás mi confusión.  No me perdí ninguna de sus clases, sacaba calificaciones sobresalientes, y comencé a llamar su atención - se recuesta en el sillón, mirando el techo - deberías haberlo visto Jae, él amaba las atenciones que recibía, y yo moría de celos cada vez que alguien se le acercaba.  Es absurdo, ahora lo sé, no puedes pedirle a un vampiro que sea fiel, amamos lo hermoso y no descansamos hasta que lo poseemos. 
- Tus emociones son aún muy humanas Chang, no se trata de ser fiel, la piel, el deseo, el sexo, son solo vanalidades.  Pero el amor, es una cosa muy diferente.  Amé a Mikel, porque fue el primero que me mostró lo que realmente era vivir.  Aunque esta clase de vida, es más solitaria de lo que creí.
- Aprendí eso muy tarde Jae.  Enferme al término del primer semestre.  Me desmayé en su clase, frente a todos, fue realmente vergonzoso.  Pero también, fue la excusa perfecta para acercarme a él.  Después de muchos exámenes, me diagnosticaron un cáncer muy agresivo, iba a morir en poco tiempo, "un mes", me dijo el doctor.  Era inexperto en tantas cosas, yo solo sabía que quería vivir.  Me despedí de él, al principio no entendía por qué estaba ahí, pero cuando le confesé lo de mi enfermedad, Mikel se volvió obsesivo.  Me llevó a muchos especialistas en busca de una solución, yo estaba feliz de pasar mis últimos días con él, aunque no entendía su comportamiento.  Finalmente, en mi lecho de muerte, me confesó que me amaba, que se había enamorado de mí hace mucho tiempo atrás, y que el estar impartiendo clases en mi facultad, fue sólo una excusa para acercarse a mí.  Me dio a elegir y yo lo elegí a él.
- ¿Por qué te abandonó?
- Eso es lo extraño.  Una noche recibió una carta, fue la primera vez que lo vi llorar lágrimas de sangre.  A la siguiente noche ya se había ido, y solo me dejó este anillo, con una nota y tarjetas de créditos, cómo si necesitará el dinero.
- ¿Qué hay de la mujer? - su rostro se contrae por el dolor.
- Camile es una mujer muy especial, la conocí cuando sólo era una niña.  Mikel me tranaformo y me volví loco, corrí por calles desorientado, Mikel intento detenerme, pero yo era muy rápido.  Llegue a la casa de Camile y me alimente de su familia.  No era su familia verdadera, la habían adoptado. Me sorprendió mientras lanzaba el cuerpo de su padre, y no pude identificar su expresión, no sé si era rabia, odio, asombro o... alivio.  No pude con mi conciencia, seguí su vida, financié sus estudios y me encargue de que nada le faltara, quería expiar mi pecado.  Camile creció, y desarrolló un don especial - me miró fijamente - puede leer la mente.

A pesar de que la confesion me toma por sorpresa, esto confirma mis sospechas.

- Es una Sactuary - sus ojos se abren.
- ¿Cómo lo sabes? - pregunta confundido.
- Tengo casi quinientos años Chang, y los Sactuary han existido desde hace mucho.  Mikel me los enseñó una vez, son personas humanas con capacidades especiales, tienen la firme convicción de que existen para mantener el equilibrio en el mundo.  Nosotros, somos antinaturales, nos cazan, nos siguen, nos controlan, por lo menos, eso es lo que ellos creen que pueden hacer.  Tenemos una especie de trato, no se meten con vampiros poderosos como nosotros, porque en teoría, ayudamos a limpiar el mundo de los enfermos, drogadictos o delincuentes.  Entonces, debo suponer, que ella te busca por una especie de venganza.
- Si, pero no puedo matarla, le quité la oportunidad de tener una vida normal.

- Tiene una capacidad especial, jamás habría podido tener una vida normal.  Serías un estúpido, si permites que te mate por un simple remordimiento.  ¿Qué decía la nota?
- No me busques - ambos nos quedamos en silencio.

Cazamos durante lo que duró la noche, y lo poseí antes de que cayera dormido, me limité sólo a satisfacerlo con mi cuerpo, no lo mordí ni una vez, a pesar de que me rogó que lo hiciera.  Sencillamente, quería confirmar lo que me había dicho.

Esperando que el sueño llegue a mí, hay dos cosas que tengo muy claro; una, protegería a Chang; y dos, buscaría a Yun la siguiente noche, extraño su calidez y el sabor de su sangre.

Besos Con Sabor A Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora