Ank: ¿Entonces me convertiré en su mascota?
Jimy: Ya lo eres
Señor: Pero miren que lindo, mis dos puppys están descansado, son tan tiernos, vamos Ank
El amo salió y yo lo seguí hasta una habitación, nos adentramos y el fue a la cama que había, se sentó y abrió sus piernas.
Señor: Acércate
Lo hice y el bajo el cierre de su pantalón si pensaba que volviera a meter su pene en mi boca estaba muy equivocado.
Señor: Acuéstate
Dudoso lo hice, me acosté boca arriba pero el señor rápidamente me puso boca a bajo y pronto sentí un fuerte dolor, gemí de dolor y me removí entonces el señor me tomo de las caderas.
Estaba desesperado, las lágrimas salieron y sin pensarlo mucho trate de patearlo, lo logré por sentí como mi interior era vaciado por completo.
Señor: ¡Maldita rata!
Me hice bolita en la cama tratando de protegerme pero no sirvió, él me molió a golpes sin importar que mi vida se escapa de mis manos.
Señor: ¡Rata inmunda! ¡Te mataré!
Y justo cuando creí que me iría de este mundo él se detuvo, sus golpes sesaron y yo me desmaye sin saber más.
Tiempo después recobre la conciencia y aunque quise abrir mis ojos mis párpados pesaban bastante por lo cual al final no lo logré.
Me costaba trabajo respirar y sabía que la posición en la que estaba era bolita, de seguro estaba en la cama de perros que tenemos, me dificultaba todo el trabajo de mantenerme bien.
Jimy: ¿Cómo te sientes?
Ank: M-me duele todo
Jimy: No debiste hacer eso, pero por ahora descansa porque cuando el amo vuelva no sé si puedas seguir descansado

ESTÁS LEYENDO
El amo
FanfictionUna delgada línea, tan fina que no se nota pero tan frágil que se puede romper. Un contrato fue la sentencia que quebrantó esa delgada línea