Capítulo 44

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Te dije que te encontraría, ¿no es así?

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Te dije que te encontraría, ¿no es así?

Aún tenemos un trato, ¿a caso no lo recuerdas?

Jalo con fuerza mi cabello intentado pensar en un solución.

No puedo enfrentarme a él, no con Laisha a mi lado.

No le puedo dar a nuestro hijo.

Patético.

Nunca haces nada bien.

Perderás todo otra vez.

Te quedarás solo.

Todos se irán.

Te dejarán si no acabas con ellos.

Mátalos.

Vamos, hazlo.

Solo te estorban.

Toma el cuchillo, corta sus gargantas de una forma lenta y dolorosa.

Así nunca te dejarán.

Volverás a ser un niño abandonado.

Observo a Laisha dormir en silencio, y a mi hijo dormir en su cuna.

Acaba con él.

Acaba con ella.

Así no te preocuparás por nada más.

Con mis manos temblorosas tomo una almohada de la cama donde duerme Laisha, está muy cansada cómo para darse cuenta. Con lentitud me acerco a la cama de nuestro bebé.

Mátalo.

Ahora.

Sin pensar en nada más coloco la almohada en su cabeza empezando a quitarle las respiración.

Sus pequeñas manos se forman en puños moviéndose con desesperación.

No es capaz de llorar por la falta de aire en sus pulmones.

Una de sus manos cae rendida a la cuna mientras que otra sigue en forma de puño intentando liberarse de la almohada.

Falta poco.

Aprieta un poco más.

Con un último esfuerzo Alexander suelta un chillido agonizante que solo fue captado por mi oídos.

Solté la almohada.

Idiota.

—Alexander.—Mis manos empezaron a temblar cuando lo quise tomar entre mis brazos.

Mi corazón se aceleró.

No puedo respirar.

Tomé a Alexander entre mis brazos abrazándolo lo más fuerte que pude.

Cruel Obsesión [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora