Capítulo 2

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Laisha Rion.

Camino a paso rápido sin mirar atrás, me siento observada, siento que alguien me sigue. Suspiro intentando tranquilizarme.

Alguien toca mi hombro haciéndome sobresaltar y por impulso golpearlo.

—Entiendo que las mujeres odien a sus ex, pero tampoco es para tanto.— Dice Fernando, mi ex; mirándome desde el suelo.

—Perdón, me asusté.— Digo extendiéndole mi mano.

Se levanta con mi ayuda.

—Golpeas más fuerte de lo que recordaba, eh —Se burló.

—Perdón, estoy paranoica.—Suspiré pasando mi mano por mi rostro.

Ambos empezamos a caminar, pero la misma sensación no se va de mi.

—Convivir con tanto loco te está haciendo daño.—Habla después de unos segundos mientras hace una mueca.

Lo miro mal.

—No les digas así, no es su culpa tener enfermedades mentales.— Regaño mirándolo mal.—No sabes el infierno que viven.

Suelta un bufido rodando los ojos.

—Como siempre, siempre los defiendes a ellos antes que a mí.— Reclama desviando la mirada.

—Fernando.—Me detengo mirándolo con reproche.

—Perdón, se que no te gusta hablar de nuestra relación, pero es verdad, nunca te importó nuestro noviazgo — Acusa mirándome.

—¡Claro que siempre me importó nuestra relación!—Grito enojada— Pero tú nunca comprendiste mi trabajo.—Desvíe la mirada.

—¡Eso no es verdad! ¡Nunca me amaste!, ¡nunca te importé!— Grita acercándose a mi.

—¡Claro, nunca te ame!— Grité sarcásticamente— Por esa razón me entregué a ti, no solo en cuerpo, también en alma y pensamiento— Susurré desviando la mirada.

Ambos nos quedamos en silencio.

—Lai— Intentó tocarme pero me alejé— Perdóname, no debí haber dicho nada. Solo quiero que volvamos a ser los mismos me antes, no quiero perderte.— Murmuró bajando la cabeza.

—Fernando, me tengo que ir, nos vemos luego— Empecé a caminar.

—Lai, por favor— Gritó.

—Lo siento, tengo mucho trabajo.— Le mostré los papeles que tenía en mi mano. 

Aprieto lo ojos para evitar llorar. Exactamente por eso terminamos, él nunca aceptó mi trabajo.

Yo lo amé, lo amo.

Y él lo sabe perfectamente, él fue mi primera vez en todos los sentidos, eso es algo que no se olvida nunca. Pero siempre discutíamos y lo mejor fue que terminar nuestra relación.

Mi celular suena, pienso que es Fernando por lo que decido no contestar.

Las llamadas se vuelven más insistentes lo que hace que la desesperación entre en mi. Saco el celular de mi bolso notando que es un número desconocido.

Mi mano tiembla un poco, desde hace días un hombre me llama diario, al principio pensé que era una broma o algunos de mis pacientes pero ellos no ganarían con eso.

Suelto aire y decido responder la llamada.

—¿Hola?—Digo con voz temblorosa.

Paro en seco al escuchar una respiración agitada al otro lado de la línea.

—¡Eres una jodida puta! — Grita — Tú eres mía, no, no, no te puedes meter con ningún otro hombre.— Su voz se empieza a escuchar desesperada.

—¡Dios, si esto es una broma, detente ya!— Grito respirando agitada.

— No te preocupes, ma belle rouse, yo me encargaré de que ningún hombre se te vuelva a acercar.— Murmuró con un tono “dulce”

Quité el celular de mi oreja y corté la llamada.

Dios, ayúdame.

¿Que les pareció el segundo capitulo?

Espero que les haya agradado.

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Este capítulo será el último por hoy.

Nos leemos pronto.

♥️ Gracias ♥️

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