Cruel Obsesión [✅]

Capítulo 26

Laisha Rion

—¿Que carajos te pasa?—Digo apenas su mirada vuelve a mi.

Mi mano arde.

—¡Eres un imbécil si piensas que voy a dejar que hagas eso!—Lo empujo intentando sacar toda mi ira.

—Laisha, calla...

—¿Quieres que deje de hablar? ¿Estas consiente de lo que me acabas de decir?, estúpido de mierda.

—¡Ya maldita sea! ¡Cierra la boca!—Me toma por los hombros dejándome sin movimiento. —Todo esto lo hago para que estés a salvo, entiendelo—Su respiración pesada daba contra mi rostro.

—¿Entender? ¿Que mierda voy a entender?—Lo empujé como pude pero la fuerza que aplica en mis brazos es aún mayor—Yo no estaría en esta situación de no ser por ti, no quieras ponerte en el papel del héroe, no seas idiota—Solté moviéndome bruscamente intentando liberarme.

—¡Todo es tú culpa!—Gritó empujandome a la cama.— Todo es tú culpa por aparecer en vida, si tan solo no te hubiera conocido... —Soltó jalandose el cabello con fuerza.

—¿Mi culpa?—Reí amargamente—Nunca te pedí nada de esto...

Suspiró violentamente, empezó a caminar por toda la habitación hasta que su mirada quedó en un cajón que mantenía con llave.

—No haré, no lo haré, no, no.—Empezó a repetir mientras tomaba su cabeza, haciéndome sentir miedo.

Se giró mirándome fijamente, tragué saliva al momento en el que se acercó a mí.

Me moví hacia atrás con la intención de alejarme, todo falló cuando de un movimiento ágil quedó sobre mi.

Por un momento lo miré a los ojos antes de desviar la mirada.

—No lo haré, no haré lo que mi padre hizo con mi hermana—Susurró con un tono calmado.

—Tú y tu padre son la misma escoria—Susurré posando mis ojos en él.

Rió sin gracia y negó.

—Mi padre no tuvo compasión con mi madre.

...

Mantengo mi mirada fija en techo mientras siento su mano acariciar mi vientre por encima de la delgada sábana.

Nunca puedo detener esto.

Siempre acabo más destruida que antes.

Cada día me destruye más.

—¿Te imaginas si nuestro bebé sale igual de hermosa que tú?—En su tono se podía escuchar algo de burla, algo que hizo que quisiera llorar por la rabia que siento en estos momentos.

—Dijiste que no lo harías—Susurré quitando su mano de mi vientre.

—No lo haré lo que te dije—Negó con la cabeza para después fijar sus ojos en mi—Si es imbécil intenta tocarte lo mataré, y luego veré la forma de irnos a otro lugar.

—¿Cuál es la razón por la que estoy involucrada en todo esto?—Tragué saliva para animarme a mirarlo a los ojos.

Alzó lo hombros.

—Es muy obvio ¿no?—Soltó una pequeña risa que hizo mi pecho arder de rabia—Eres mi mujer, y la única persona... —Se quedó callado.

—Y la única persona... Que amo—Susurró luego de unos segundos.