Capitulo 26:Cielo en el infierno

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Ivano bloquea la salida impidiendo que pueda abandonar la casa

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Ivano bloquea la salida impidiendo que pueda abandonar la casa.

—Ninguna de las dos irá a ningún lado —protesta.

— ¡Quítate del camino!—le replico con fiereza—. No voy a quedarme para hacer parte de tu circo. Es mejor que alejes a esa mujer de mi lado, o la mataré con mis propias manos.

—De ti no me sorprendería.

—¿Qué esperas entonces? —lo reto—.Déjame largarme de aquí.

—Has olvidado algo en estos ultimo cuatros años —relame sus labio al decirlo—. Soy el diablo y aquí quien da las órdenes soy yo.

Ivano ordena a una de las mujeres de servicio encargarse de Bela, para evitar que escuche nuestra conversación. La mujer toma de la mano a mi hija y aunque intento por todos los medios que no sea llevada lejos de mí se me es imposible cuando la figura de su padre se interpone en medio de los dos.

—Bela se quedara esa noche aquí —sostiene.

—No va quedarse aquí al lado de esa mujer —le refuto—. Tú tal vez no la has escuchado, ¡pero no dejare que llame bastarda a mi hija! —le respondo furiosa.

—Me encargare de Annika personalmente, pero no voy a dejarte ir.

—¿Qué harás? ¿Me vas a secuestrar? ¿Me vas a retener aquí como lo hiciste en el pasado?

—¡Lo haré! —grita furioso—.Lo haré si con eso basta para estar cerca de mi hija.

—Tratare de escapar de ti una vez más. ¿Crees que te tengo miedo?

—No —me sostiene con fuerza de la mano—. Eres la única que no me ha tenido miedo, nunca lo has tenido.

—No pienses que puedes mantenernos como una familia feliz dentro de estas cuatro paredes.

—Solo he deseado una cosa desde que te volví a ver —avanza un paso hacia mí—. Y eso es el estar cerca de Bela, ella es mi hija, nuestra hija, es una Volkov.

—¡Es una niña! —respondo con furia—. No es un título, es alguien tan inocente para conocer el mundo en el que te rodea. ¿Crees que quiero esto para ella? Verte en las noches cubierto de sangre de tus enemigos, ¿ver cómo te vas sin saber si regresaras? ¿Crees que ella merezca eso?

—No —responde sinceramente—. Pero tampoco puedo soportar la idea de estar lejos de ella. La protegeré, lo haré hasta el último aliento.

—Creí una vez en esas palabras, y después te vi besando a otra mujer. Vi cómo me reemplazabas. Nada de eso era cierto. Fui una estúpida al amarte, me enamore de una completa mentira.

—¡¿Que querías que hiciera?! —exclama furioso—. Asesine a mi propio hermano por ti.

—Anielka era el peor de los males, él siempre quiso ser tú, pero te negaste a verlo de esa manera. Él quería todo lo que te pertenecía, incluyéndome. Y cuando te dije la verdad, me arrojaste a la muerte. Preferiste creer en él que en mí.

UNA ESPOSA PARA EL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora