XXI - Bailaremos

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¿Alguna vez has sentido como si el tiempo se parase? ¿Cómo si nada a tu al rededor importase? Es una de las mejores sensaciones que existen. Como ese momento en el que estas buceando en una piscina y sales a tomar una gran bocanada de aire. Solo importas tu y el oxígeno. O como cuando llevas una mochila llena y por fin puedes parar, descansar y quitarte ese peso de los hombros.

Pues así se sentía Louis en ese momento. Besando a Harry en la azotea del Bellagio con toda una ciudad a sus pies y nada importando en su mente más que el dulce roce de sus labios con el que el sabía que era la persona la que más había querido en mucho tiempo.

Pero para llegar a eso, hay que retroceder un poco, una semana y dos días exactamente.

***

La reunión había sido un éxito, siempre lo eran. Louis miró a Dani, ambos sonreían ampliamente viendo por el rabillo del ojo como el hombre al mando de la empresa firmaba el contrato del que probablemente sería el ingreso más grande de la compañía en años.

Y ese hombre, el que estaba firmando justo al lado de Louis. Lo había visto desde el umbral de la puerta antes de entrar y sabía que su cara le era muy muy familiar pero no sabía de que. Lo miró con los ojos entrecerrados mientras terminaba de leer la letra pequeña del contrato.

El hombre entonces, cuyo nombre no recordaba, miró a Louis a los ojos y sonrió.

-Pues esto ya está - dijo él con una voz tosca y gruesa

-Me alegra mucho que por fin nos hayamos conocido señor... - dijo Louis algo avergonzado por no recordar su nombre

-Turner, pero por favor llámeme Owen - dijo amable

Louis no se esperaba un carácter así de un hombre como Owen. El era alto, con una complexión grande. Daba imagen de un empresario poderoso con carácter implacable. A demás era varios años mayor que Louis por lo que parecía un hombre muy respetable. Pero todo lo contario. Owen Turner era un hombre amable y por lo que parecía cercano.

-Pues Owen, es posible que sepas que tengo como costumbre invitar a mis socios a pasar la noche en el casino del Bellagio, ya sabes, para celebrar los buenos negocios - miró a Dani y le guiñó un ojo

-Estaría encantado de aceptar su oferta señor Tomlinson - Louis sonrió

-Genial, pues tu y tus hombres quedáis oficialmente invitados. Y por favor, llámame Louis

Se dieron la mano sellando el pacto. Owen miró a los hombres en la sala, eran el y dos más, los invitó a levantarse y luego todos salieron detrás de Louis al garaje de la empresa donde un coche estaba preparado para llevarlos a los cinco al casino; Louis, Dani, Owen y dos hombres de la empresa del último cuyos nombres Louis no iba a molestarse en preguntar.

"Bellagio"

Una vez más, una de tantas, Louis volvió a leer el nombre del lugar que lo había visto pasar de ser un niño recién salido de la universidad a un adulto exitoso, triunfo tras triunfo.

Aiden estaba en la entrada, con su expresión seria como de costumbre. Su rostro tomó cierto brillo cuando vio a Louis acercarse con un cigarro entre los dedos inhalando el humo para después soltarlo lentamente.

-Señor Tomlinson, es un placer volver a verle por aquí - porque sí, había pasado un tiempo desde que Louis fue al casino

La última vez que estuvo allí fue concretamente la vez que tenía pensado reunir a sus dos amigos que en aquel momento era "exnovios"

-Igualmente Aiden - dijo dándole una última calada al cigarrillo que tiró al suelo pisoteo ligeramente

-¿Alguna razón especial para su vuelta al Bellagio? - preguntó Aiden intentando no sonar entrometido

BELLAGIO - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora