II- Katerina

305 33 9
                                        

Harry estaba sentado en una mesa del clásico juego de póker del casino. Después de su charla con Liam, Harry había decidido sentarse en una mesa, jugar y relajarse. En realidad en ese momento no estaba jugando. Simplemente estaba sentado, analizando los movimientos del resto de jugadores y esperando a que esa mano terminase para poder empezar a jugar. Había intercambiado unos cuantos billetes por fichas unos minutos antes por lo que no tendría que esperar para empezar a jugar en la siguiente mano.

Mientras el dinero de la gente estaba en juego en lo que parecían los últimos minutos de esa interminable partida de póker, un camarero se dirigió a Harry al ver que no tenía ninguna copa en la mano.

-¿Desea tomar algo señor? - preguntó el camarero con amabilidad.

Harry, sin apartar la vista del tapete de juego se limitó a responder

-Un Gin tonic, poco cargado por favor

-Enseguida - dijo el camarero retirándose a por la bebida del hombre

En cuanto el camarero se fue, Harry noto una mano tocar su hombro y se giró con el ceño fruncido entre asustado y confundido

-Hola - dijo una voz femenina, suave cuando este se giró - ¿sabes que tienes unos ojos preciosos?- dijo mirando a las verdes orbes de Harry. Él realmente no se sorprendió cuando una mujer tan guapa como la que tenía delante le hacía un cumplido dentro de ese casino. Ahí las mujeres se paseaban buscando a un hombre que les invitase a un par de copas y, con suerte, que se las llevase a la cama - soy Katerina - dijo esta finalmente extendiendo una mano hacia Harry.

Este como buen caballero que era, tomó su mano de manera suave y plantó un sutil beso en ella. Justo en ese momento, el camarero que había atendido a Harry unos minutos atrás llegó con la copa que Harry había pedido y la puso en el posa vasos de la mesa enfrente del ojiverde.

-Traiga un Martini para la señorita por favor - le indicó Harry al camarero antes de guiñarle un ojo a Katerina.

Cuando el camarero se fue, Harry pudo realmente apreciar lo hermosa que era Katerina. Era una mujer alta, delgada y de ojos verdes, justo como Harry, aunque el cabello de la chica era rubio. Llevaba un maquillaje un tanto excesivo para el gusto de Harry, con los labios pintados de un rojo intenso y unas cejas perfectamente perfiladas.

De repente el sonido de dos personas celebrando le indicó a Harry que la mano de póker había terminado por lo que empezaría una nueva. Harry empezó a contar las fichas planeando la apuesta que iba a hacer. Katerina, al notar esto, decidió mover ficha con el guapo chico que tenía delante

-¿Quieres que me quede contigo? - dijo Katerina con una voz seductora a la vez cogía la copa que el camarero le había dejado a Harry - a lo mejor te doy suerte - susurró al oído del rizado antes de darle un corto sorbo a la copa del más alto.

Ante esto, Harry solo pudo sonreír de lado y tomar la copa de la mano de la chica quien se tomo su silencio como un si y se acomodó en el incomodo taburete de la mesa de póker. Harry empezó a analizar a las personas que se sentaban a su alrededor. A su derecha había un hombre alto con un pendiente en una oreja. Al lado del hombre había una mujer atractiva con un escote tentador.

En frente otra pareja de hombre y mujer hablaban entre risas mientras el hombre planeaba cuanto pensaba apostar contando fichas con sus manos. A su izquierda un hombre serio que carecía de acompañante y cuyo semblante era indescifrable.

Y por último estaba el crupier, la persona encargada de repartir las cartas, controlar las apuestas y comprobar que las normas del juego se cumpliesen en todo momento. Como todos los empleados del casino, iba uniformado.

BELLAGIO - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora