BELLAGIO - L.S

XIII - Quédate el cambio

Harry estaba en su oficina, algo contemplativo a decir verdad. Hace unos minutos había encargado a Hannah que mandase la rosa a el edificio de la empresa de Louis. Harry sabía cuál era. No en plan acosador ni nada de eso, pero Louis y él ya habían hablado de sus trabajos alguna vez a sí que Harry consiguió recordar que el edificio de Louis quedaba apenas a dos minutos del suyo. Y aunque varias veces hablaron de sus trabajos y demás, Louis nunca mencionó a Noah, pero claro, tampoco lo creyó apropiado.

A sí que ahora estaba distraído, de echo descansando con un café en la mano, pensando en cuál sería la reacción de Louis al recibir la rosa. ¿Sería demasiado? ¿Se asustaría Louis ante el gesto? ¿O tal vez le gustaría?

Harry de verdad rezaba porque fuese lo último.

Y entonces su teléfono sonó, sacándolo de sus pensamientos. Pero no sonó el suyo si no el de su oficina. Era Hannah.

-Señor Styles, tiene una llamada, le paso - dijo su amable secretaria

-Genial - respondió este - Harry Styles, ¿con quién hablo?

-Buenos días, señor Styles - Y Harry reconoció esa voz de inmediato - ¿Cómo se encuentra?

-Señor Tomlinson, no esperaba su llamada - dijo Harry con una inmensa sonrisa adornando sus carnosos labios

-¿No? Entonces no quieres una respuesta a tu pregunta – Louis, quien ya había dejado de lado el jocoso tono formal, no preguntaba, afirmaba con falso tono de ofensa

Y Harry sabía perfectamente a que pregunta se refería y realmente se alegraba de que la reacción de Louis ante su obsequio hubiese sido tan buena.

-Claro que la quiero, a menos que sea un no

-Pues me parece que hoy es tu día de suerte, Harry - y ambos sonrieron

-Genial, ¿Qué te apetece hacer? Podríamos ir a un reservado en el casino - sugirió entonces el rizado

-La verdad es que hoy estoy algo cansado. Esta semana estoy teniendo bastante trabajo - explicó Louis - ¿Por qué no te vienes a mi apartamento y vemos una película o algo así?

-Me parece bien - mientras sea contigo pensó. Pero no lo dijo

-Genial, ¿a qué hora sales de trabajar?

-Sobre las 20:00

-Pues pásate sobre las 20:45 si te viene bien

-Me viene perfecto

-Y tu ¿te quedarás a dormir? - la voz de Louis había adquirido cierto nerviosismo - Quiero decir ¿Quieres?

-Claro - dijo Harry intentando relajar al ojiazul - Si, claro. No estaría mal

-Vale, hasta entonces

-Adiós Louis - y de nuevo Harry pronunció su nombre con esa forma tan suya que hacía que algo dentro del castaño se removiese

***

Después de lo que ambos chicos podían claramente calificar como un agotador y largo día de trabajo, ya eran las 20:00, la hora del salir del trabajo de los dos.

Harry, nada más salir, había ido casi con prisas al apartamento de Liam. Hace un par de semanas ya había terminado de ir a su antigua casa a por todas sus cosas y las había trasladado al hogar de su amigo. Posteriormente dejó la llave en la casa acompañada de una pequeña nota disculpándose con Sophia por no haberle entregado esta antes.

A sí que se encontraba en el sofá, charlando con Liam, esperando impaciente que los minutos pasasen para poder ir por fin a casa de Louis.

-No lo sé Li, es raro - Harry hablaba sobre el echo de quedar en casa de Louis; estaba nervioso