« Vacaciones I »

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El sol ardía sobre las olas, reflejándose en el casco del imponente barco de la marina. Un pequeño bote se deslizaba hacia él, impulsado por el oleaje. De él, una figura saltó ágilmente, aterrizando con un ligero golpe en la cubierta del barco. Era la comandante Ross, su uniforme blanco impecable contrastaba con las oscuras pantis que llevaba. Se acercó a la barandilla, una sonrisa irónica se dibujó en sus labios.

-Comandante Ross, a su disposición - anunció con una voz firme, a pesar de la evidente tensión que se podía leer en sus ojos.

Desde las entrañas del barco, emergió el vice-almirante Garp, una figura imponente con una mirada penetrante. Caminó con paso firme hacia la joven comandante, sus manos llenas de galletas de arroz que masticaba con avidez.

-¿Cómo te fue, mocosa? - preguntó Garp, sin prestarle mucha atención.

-La misión de infiltración a la base de los revolucionarios... - Ross se llevó la mano derecha a la sien, sus ojos brillaron con una mezcla de frustración y picardía - fue un completo fracaso. Me descubrieron y tuve que escapar.

Garp, sin dejar de masticar, la golpeó con fuerza en la cabeza, haciéndola chocar contra el barco.

-¿Por qué lo dices tan feliz? ¡Maldita mocosa! - rugió Garp, su puño se preparaba para otro golpe.

Ross, con la cabeza sangrando, se levantó de entre los escombros, rascándose la nuca con una sonrisa irónica.

-¡Lo siento! - exclamó, y recibió otro golpe de Garp.

Despues de la regañina que le dieros, la comandante Ross se incorporo al barco con el vice-almirante Garp, fueron directamente a la cocina y devoraron la comida. De pronto, un marine se acercó a Garp.

-Vice-almirante Garp, se ve el barco de los piratas pelirrojos - informó el marine, su voz temblaba ligeramente.

Garp se levantó de un salto, su rostro se contorsionó de furia. Apretó los puños, sus ojos brillaban con una intensidad amenazante.

-¡Prepárense para la batalla! - rugió Garp, su voz resonó por toda la cubierta, anunciando el inicio de una confrontación inevitable.

Garp, con un rugido de furia, se lanzó sobre la cubierta del barco, su cuerpo robusto se abalanzó sobre los piratas como un torbellino.

-¡Maldito Akagami! ¡Tú le llenaste la cabeza a mi nieto de piratas! - gritó, su puño impactando con fuerza contra el casco del barco de Shanks, haciendo vibrar la madera.

La batalla se desató, un torbellino de espadas, puños y poderes sobrenaturales. Garp, a pesar de su edad, era una fuerza imparable, su haki resonaba por toda la cubierta, derribando a los piratas con facilidad. Sin embargo, la batalla fue fugaz. Un marine se acercó a Garp con un dendenmushi, el rostro del almirante Sengoku apareció en la pantalla, su voz resonó con autoridad, ordenando la presencia de Garp en una reunión urgente.

A regañadientes, Garp abandonó la lucha, lanzando maldiciones al pirata pelirrojo mientras se alejaba. Unas horas más tarde, se dio cuenta de que la comandante Ross no se encontraba en el barco.

-¡Esa mocosa! ¡Cuando la vea! - rugió, golpeando su escritorio con tanta fuerza que la madera se partió en dos.

Mientras tanto, en el barco de Shanks, los piratas observaban cómo se alejaba el barco de la marina. La tensión era palpable, pero una presencia desconocida se sintió en la cubierta. Shanks, con su habitual sonrisa pícara, se preparó para el combate.

Una niña, con un uniforme blanco manchado de sangre, se hizo visible. Agitó sus manos, mostrando las palmas, en un gesto de paz.

-¿Quién eres? - preguntó Benn, apuntando un arma a la cabeza de la joven.

« Príncipe D. »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora