« Luffy I »

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La atmósfera en el Mobydick era tensa. Antes de que Ann partiera a la isla del amanecer, Thatch había regresado de una de sus misiones con una fruta del diablo, la Yami Yami no Mi. Ace había sido enviado a una misión y aún no regresaba. Ann reconoció la fruta y pensó en ir a hablar con Thatch sobre aquella fruta.

En la noche, Thatch se quedó en la cocina revisando unos papeles. Ann se acercó a él, con una expresión preocupada.

-¿Qué piensas hacer con la fruta? - preguntó, sentándose a su costado.

Thatch, con una mirada pensativa, respondió.

- No lo sé, ¿Si es un poder inútil? -

Ann le sonrió, tratando de disipar la incertidumbre que se reflejaba en los ojos de Thatch.

-No creo que sea inútil, pero esa fruta es muy peligrosa - dijo Ann, con un tono sombrío. "Deberíamos tener cuidado", pensó.

Thatch, intrigado, le preguntó a Ann sobre la peligrosidad de la fruta. Ann, sintiéndose incómodo, cambió de tema. Charlaron tranquilamente sobre otras cosas, y Thatch le mostró unas recetas de postres que tenía planeado hacer para el día siguiente. En ese momento, escucharon unos pasos. Teach se acercó, con una mirada ávida, y le preguntó a Thatch sobre la fruta. Ann estaba distraído, pensando en lo sabroso que sería el postre que prepararía Thatch para su despedida.

-¿Qué piensas hacer con esa fruta, Thatch? - Teach preguntó con una voz que transmitía avaricia.

-No lo sé, Teach. Todavía no he decidido qué hacer con ella - respondió Thatch, con un tono tranquilo.

-No seas tonto, Thatch. Esa fruta es un tesoro. Debes aprovecharla - Teach insistió, con una mirada que reflejaba su ambición.

Repentinamente se sintió un aura asesina, Ann levantó la mirada y vio que Teach había apuñalado a Thatch. Con un movimiento rápido, pateo a Teach lejos y evitó que la daga se hundiese más. Ann tomó unos paños y trató de evitar que Thatch perdiera mas sangre. Teach, aprovechando el descuido de Ann, se comió la fruta.

-¡Maldito! - gritó Ann furioso.

Habiéndose comido la fruta, Teach atacó a Ann con la guardia baja, apuñalándolo con éxito en el hombro. El dolor recorrió el cuerpo de Ann, pero no se dejó vencer. Se puso en guardia, protegiendo a Thatch.

-¡No te dejaré escapar! - gritó Ann.

Con una mirada sanguinaria, en unos instantes, Ann sacó su espada y apuñaló el estómago de Teach, cortó la mitad de su rostro y atravesó la pierna de Teach. El sonido de la espada cortando la carne resonó por la cocina, mientras Teach se retorcía de dolor.

Teach, al verse en desventaja, escapó con una mirada llena de odio. Ann no tuvo tiempo de perseguirlo. Con mucho cuidado, puso a Thatch en su cubo y lo llevó a la enfermería. Recostándolo en una de las camillas, golpeó desesperado la puerta de las enfermeras. Las enfermeras, al ver a Ann con esa expresión de angustia, salieron corriendo y le preguntaron qué sucedía. Al enterarse de la situación de Thatch, lo atendieron sin perder más tiempo.

-¿Qué ha pasado, Ann? - preguntó una de las enfermeras con preocupación.

-Teach... Teach... el... Thatch... - Ann, con la voz temblorosa no pudo responder y se alejo aturdido.

Ann fue a los baños y se lavó la sangre de Thatch, con un corazón apesadumbrado. Se vendó las heridas que el traidor le había dejado, sintiendo un dolor que iba más allá de lo físico. Caminó lentamente, con la cara pálida, hasta la puerta de la habitación de Marco. Tocó con suavidad, esperando que Marco saliera.

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2024 ⏰

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