cheers! © namjin

07 - Partido y Amorío.

—Hey Jung, ¿tienes un momento?

—Hola Yoongi. ¿Qué haces por aquí?– respondió alegre mientras lanzaba balones al otro lado de la inmensa cancha probando su puntería.

—Venía a hablar contigo.

—¿Puedo saber sobre qué?

—Amor.

—¿Tienes algún problema que Jung cupido pueda resolver?– sonrió de lado, volviendo a arrojar un balón más lejos.

—Quiero estar con Seokjin, pero Namjoon está acaparando mi terreno.

—¿Huh?– paró de lanzar y lo miró alzando una ceja.– Creí que ustedes salían.

—Lo hacíamos. Pero el idiota terminó lo que teníamos y ahora persigue con ojitos soñadores a Kim.– revoleó los ojos, aún que en el fondo llegaba a doler un poco.

—Uhm...– apoyó sus manos en sus caderas y frunció los labios pensativo.– ¿Él alguna vez te dijo que te quería?

—P-pues... no, pero nos hemos besado. Y... follado.

—¿Y tú lo quieres? ¿Le has dicho que lo quieres?

—Lo nuestro no era nada serio. Así que jamás hemos hecho eso.

—Ujum. Ahí está el problema. Jin es sensible en ese sentido, se debió sentir usado sólo para tu cama y quizás siente algo por Namjoon a diferencia de tí que sólo hacían... esas cosas.

Yoongi frunció el ceño y bufó.—¿Qué carajos le dió Kim que yo no? Seguro la tiene chica, los de buenos sentimientos son así.

—O quizás lo contrario.– murmuró él.

—¿Qué?

—Nada!– rió nervioso– Mira Yoon, yo creo que si de verdad lo quieres debes ir y decírselo y ganartelo dejando de ser tonto. Pero si no lo quieres en ese sentido... déjalo para Kim, quizás él si lo hace feliz.

Min golpeó su mejilla interna con su lengua, pensando y mascullando insultos hacia el porrista en sus adentros. Diablos que de verdad odiaba a ese idiota por arrebatarle todo lo que quería siempre.

C H E E R S !

—Namjoon debes venir, el equipo jugará en cinco minutos.

—No. No quiero verlo.

—Oh por dios, sólo te dió una mamada, ¿cuántos no lo han hecho y luego no influye en cómo se traten? Estás dándole muchas vueltas, hombre.

—Huh... en realidad jamás había tenido intimidad así con nadie.

—¿Lo dices de verdad?

—Si.– se quejó, aún con su cara sobre las camisetas del equipo en el piso.

—Ugh, ¿qué haré contigo Kim?– negó con la cabeza, mordiendo su labio inferior. Miró a todos lados pensativo en cómo sacaría al chico de ahí porque tenían que ir a prepararse, y entonces vió un milagro que lo salvaría. Jin estaba ahí, buscando con la mirada algo, que seguro era el moreno echado en el suelo sobre el montón de ropa al que trataba de sacar hace dos mileños. Se acercó al deportista corriendo con sigilo, y le susurró.– Namjoon está ahí llorando y quejándose por tí, llevo tratando de sacarlo hace tres horas así que más vale que lo logres o lo corto por la mitad.– y dicho eso se fue rápidamente dejando a Jin un poco más confundido.

—¿Namjoon?– lo llamó, entrando al lugar despacio.

—Demonios.– masculló.