#Xichengfest2021
Día 1. En la salud y la enfermedad
Parte 1 de 3
Éste es mi primer relato publicado. Es un Xicheng/Chengxi, porque es mi pareja preferida, aunque sea non-canon.
Aquí, ambos son versátiles. Si no te gusta este tipo de relación, no le...
Banda sonora: Goon Suad. Deftones. (Más fuerte que las anteriores)
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XI. En algún lugar entre Gusu Lan y Yumeng Jian, una noche de otoño.
Dada la difícil situación en la que se encuentran las sectas y los ataques más furibundos de los demonios, los dos líderes acordaron que las patrullas siempre tengan al menos a un cultivador mayor con ellas.
Wei Wuxian y Lan Wangji han ido un poco más al norte, acompañando a una patrulla de doce discípulos, seis del clan Lan y seis del clan Jiang.
Wei Ning se ha ido más al sur, acompañado del primer discípulo del clan Jiang, Jiang Tan Yu*, con una patrulla más pequeña, de apenas ocho.
Al necesitar de una tercera patrulla para la expedición al oeste, y tener al resto de los cultivadores mayores en recuperación, los líderes de ambas sectas deciden encabezarla.
Jiang Wanyin lidera a su grupo de ocho, y Lan Xichen - que ha dejado temporalmente su seclusión - a su grupo de seis.
Se encuentran en un pueblo pequeño en las montañas. Es la frontera de Gusu, así que es un territorio menos familiar para los de Yumeng.
A pesar de eso, ambos líderes han hecho un gran trabajo poniendo a los suyos al corriente de las singularidades de sus territorios. Debido a esto, Jiang Wanyi y sus discípulos llevaron ropas más acordes con los fríos otoños de Gusu Lan.
Este demonio es particularmente peligroso. Ha matado ya a diez cultivadores, algunos viajeros y otros de las patrullas. Lleva un par de semanas en la zona y no ha habido forma de pararle.
El grupo asciende a la montaña desde el pueblo. Lo hacen a pie, con esos vientos fríos no es conveniente usar las espadas. Al llegar, organizan la formación. En el flanco derecho, la secta Jiang, en el izquierdo, la Lan.
El bosque es denso y la montaña no ayuda tampoco a tener buena visibilidad. No es el mejor terreno para una cacería nocturna, pero es lo que hay.
El silencio de la noche solo se rompe por el viento y el ruido de los árboles. Todos avanzan atentos a cualquier cambio de energía.
El demonio siente al grupo, pero se interesa más por Lan Xichen. Decide atacarle sin más preámbulos y robarle su energía espiritual. Para esto, se acerca de sorpresa convertido en un humo negro denso de maldad hambrienta.
El grupo ve una nube formándose de la nada y volviéndose un ente aterrador, presente en las pesadillas de cualquier cultivador en el último medio año.
