II: Infierno

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—Louis Williams, masculino de 29 años, causa de muerte miocardiopatía mencionaba el doctor mientras su ayudante anotaba el acta de defunción —Señor Payne usted ¿se hará cargo de la sepultura? —

—Sí Doctor, yo me encargaré de los gastos funerarios — pocas lágrimas rodaban por sus mejillas, pero lo abrazaba una paz necesaria.

—¿Por qué?, nunca entendí de dónde consiguió dinero para mantener su vida y la de Louis durante este año — preguntó dudoso.

—La fábrica nos brindaba un seguro de por vida, no es mucho obviamente, pero en el seguro post-mortem de Harry siempre estuvo el nombre de Louis, solo administraba ese dinero — respondió cortante.

—Ellos no eran solo compañeros ¿verdad? — aquella pregunta rondaba en la mente de todos en el pueblo, aunque era un tema tabú.

—No, permiso — el castaño se acercó al cuerpo pálido del ojiazul mientras el Doctor salía de la habitación.

—Ve por él amigo, búscalo en todas las vidas que sean necesarias, pronto los acompañaré también, dile a Zayn que me espere — cerró los ojos del ojiazul con su mano, cambió su ropa por aquella que llevaba el día que perdió a Harry, colgó en su cuello la cadena de cruz de Harry que además tenía como adorno aquellos dos anillos, todo estaba listo para el último adiós.



—Señor Payne, disculpe interrumpir este momento, pero su salud también es importante y su cáncer es cada vez másel castaño lo interrumpió. 

—Doctor!, No se preocupe, lo sé, la verdad quiero pasar mis últimos días sin medicamentos, intentaré hacer feliz a los demás para irme en paz — sonrió.

—Nunca entenderé esa decisión de morir de todo su grupo de amigos, ¿es como una salida para ustedes? — preguntó.

—Lo es, somos creyentes de la vida después de la muerte, necesito llevar a mi amigo a su última morada, buen día Doctor un gusto haberlo conocido — sin más, se marchó con el ataúd de su amigo en su coche hacia el cementerio en dónde lo pondría junto a Harry.

Luego de 20 minutos llegó al cementerio General.

—Llegamos viejo amigo, llegó el momento — no aguantó y se quebró por completo rompiendo en llanto —Llegó el momento Louis, pronto nos veremos, estaremos todos, Harry y Zayn ya te están esperando... cui-cuiden a Zayn por mí —



—¿Necesitas ayuda? — apareció un joven rubio de ojos celestes justo frente a él.

—¿Quién eres tú? — intentó calmarse, secando su mayoría de lágrimas y acomodando su camisa.

—Soy solo un ayudante de este cementerio, vamos hombre déjame ayudarte a llevarlo — el castaño solo asintió y ambos cargaron el ataúd hacia donde estaba listo un agujero junto a una placa con el nombre de Louis.

—¿Te puedo pedir un favor? — el rubio solo asintió — Cuida de sus tumbas por favor, son lo más cercano a una familia para mí, pero yo ya no podré volver — nuevamente el rubio solo asintió.

Con cuidado lo asentaron dos metros bajo tierra, el castaño tomó la pala cubriendo así a su amigo de tierra para ubicar por encima la placa con su nombre.

—Hey Amigo — se volteó rápidamente al notar que aquel rubio ya no se encontraba a su lado —Rubio ¿dónde estás? —! se sintió extrañado al no verlo por ninguna parte, él solo desapareció.



—Eso es todo amigos aquí nos separamos, no volveré a visitarlos por qué no sé cuántos días me queden y quiero hacer buenas obras, pero nos volveremos a ver, iré a despedirme de Zayn, confío en que le dirán que lo amo — salió de allí para visitar a Zayn y decirle cuánto lo quería y lo feliz que lo había hecho, salió del cementerio y subió a su auto tomando un rumbo desconocido, ahora solo tenía que esperar la muerte.

—No puedo cumplir mi promesa Liam, pero los ayudaré a llegar a la redención, espero seguir siendo guía en una semana más para verte llegar — el guardián de ojos celestes solo desapareció, ya era hora de cumplir su viaje.

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