Infinita Vida.

IV.3:

En el quinto círculo se purga la avaricia. En un rellano del purgatorio, los viajeros contemplan ejemplos de la virtud de la generosidad. El purgatorio tiembla a causa de la liberación del alma de Estacio, un maestro liberado por la atención que Damián prestaba a Louis

—Bienvenido mi amor ponte cómodo — escuchó una voz masculina y lentamente abrió sus ojos, podía ver y eso era lo más importante

—Me llamo Damián y soy el dios de este lugar donde caen los avariciosos —

Aquella entidad tenía todo su cuerpo bañado en oro además de los cientos de joyas que adornaban su cuerpo y su tan estructurado rostro.

—Soy ... soy Louis — mencionó con intranquilidad, el ángel al notarlo sonrió mostrando sus colmillos ensangrentados.

El ojiazul fue arrastrado frente al ángel que lo puso en una silla mientras colocaba cada uno de sus joyas en el pecho y rostro descubierto de Louis, cada joya quemaba y ardía como el infierno, intentando apartarlas de su lecho el ojiazul quemó sus manos.

—Te tengo justo como te quiero mi amor — el ángel susurró en su oído y respiraba complacido con cada gemido de dolor del ojiazul.

—Yo... yo voy a... —sentía que en cualquier momento se desmayaría del dolor que provocaban aquellas joyas en su piel, con su último aliento intentaba hablar —Yo voy a.... yo voy a apelar — de forma inmediata todo fue retirado de su cuerpo.

—Me estaba divirtiendo tanto mi amor —resopló el ángel Te advierto que no tendré piedad de ti, sabes lo que quiero saber así que, HABLA AHORA —

Nuevamente el cerebro de Louis estaba en blanco jamás se había considerado una persona avariciosa, solo pensaba en vivir bien.

—Humanitos Humanitos patéticos, adoro como buscas en cada neurona de tu cerebro un recuerdo de tu vida siendo una mierda de persona — rió muy fuerte y fue escuchado por toda la habitación.

—Pero tienes suerte Louis me encanta verlos llorar por los recuerdos — besó el cuello del ojiazul.

—Por tu culpa Harry murió en esa fábrica — lanzó la primera y más delicada frase, que destrozó el corazón del ojiazul como si aquel hubiese sido apuñalado por mil cuchillos al mismo tiempo.

—¡ESO ES MENTIRA, CÁLLATE VIL MENTIROSO! — en el fondo lo sabía, sólo empezó a llorar desconsoladamente.

—TE ATREVES A LLAMARME VIL? TÚ QUE OBLIGASTE A TU PAREJA A TRABAJAR EN ALGO PELIGROSO POR QUÉ QUERÍAS "UNA BUENA VIDA", eres tan patético Louis — cada palabra que salía de su boca venía acompañada de risas sarcásticas y burlescas.

—Solo quería lo mejor para los dos, yo solo... —

—¿TÚ SOLO PENSASTE EN TI LOUIS, ¿SOLO EN TI, ¿EL QUERÍA UNA FLORERÍA, PERO ESO NO CUMPLIRÍA TUS CAPRICHOS VERDAD? — aquél ángel caído estaba logrando su cometido, nuevamente colocó en su cuerpo joyas que quemaban su rostro y cuerpo el calor esta vez era aún más insoportable.

—Tienes razón — mencionó el ojiazul, al decir tales palabras su cuerpo quemó con aún mayor intensidad —Él quería tener una tienda o florería yo lo obligué a tomar ese empleo para mejorar nuestra vida, JAMÁS LE HARÍA DAÑO, NO A ÉL — aunque parecía imposible quemaba aún más que sentía el desgarre de su piel muy lejos de su cuerpo —PERDÓNAME POR FAVOR —