Y como siempre, mamá predijo el pasado, si eso se puede hacer...
-Pues me voy-Dijo levantándose de la silla, con la cabeza mirando al cielo y rostro de diva de las películas como cada vez que se enfada.
-Y yo me voy con ella- Dijo Jenny
Mamá, Lisa y yo soltamos una carcajada y continuamos comiendo y lisa comenzó una nueva conversación después de un margen de cinco minutos con el único sonido de Matías Prats dando las noticias y nuestras cucharas golpeando el plato.
-Y ¿qué te han dicho del nuevo peinado en clase?
-Pues… que es muy “cool” y “o sea súper fashion”
- te lo has quitado antes de llegar y nadie te ha visto, para abreviar.
-más o menos, con algunos matices, pero por lo demás eso, sí.
-¡Serás mala amiga!- dijo sonriendo y con cara sorprendida.
-Bueno, pero hay una buena noticia. Mañana fiesta de disfraces en casa de un rubio “guapete”.
- ¡Por fin! Una fiesta, hace casi tres años que no hay fiesta allí en Miami. La última fue cuando te fuiste.
-¡Serás mala amiga!
-¡Reservados todos los derechos de copyright, esa Frase es mía!, oye, ¿Cuándo nos vamos a comprar los disfraces?
-¿Disfraces? ¿para qué?- Preguntó Naiara “soyunacotilla” Blackwell
-Para nada que te involucre.- Dije agarrando del brazo a Lis y saliendo a toda prisa del comedor hacia mi habitación.
**En mi habitación**
-¿De qué nos vamos a disfrazar? Yo tengo pensado disfrazarme de “sherifa” del condado con mis pistolas derrotando a los vandidos que se me pongan por medio.-Dije con cara de motivación extrema.
-Jjajajaja, ¿Sherifa?
-Pues claro, Sherifa es el femenino de Sherif, o qué te crees, ¿Te crees más lista que yo?
-jajaja, yo no sé dónde comprarme el disfraz, no conozco esto todavía.
-¿De qué te quieres disfrazar, Lis?
-¡De cat woman!
- Ven, conozco un lugar en el que venden unos disfraces bastante bien de precio.-
Y juntas salimos a dar un paseo feliz en búsqueda de disfraces que se adaptaran a nuestro presupuesto de nueve euros con treinta y uno entre las dos. Poco nos podrían dar por eso, pero hay que tener fe.
Y en nuestro camino nos encontramos con la tienda que se ajustaba a nuestro presupuesto, pero de todas formas a mí con un rollo de papel higiénico me sirve para disfrazarme de momia, salimos de la tienda y de frente, a lo lejos vimos a Austin, este chico…
-¡Austin! - Gritó Lis, con la intención de que nos viera, ya que estaba a escasos metros dándonos la espalda de cara a una tienda de moda de mujer. En tan solo dos segundos Lis ya estaba a su lado, veloz se acercó corriendo hacia él y yo me quedé pasmada, sin otro remedio que seguirla.
-¡Hola Aust! ¿Qué haces tú por aquí?
- Pues…
-¡ mira lo que me he comprado, baby ! –Dijo una chica resultona que acababa de salir de la tienda de moda. Lis y yo nos quedamos a cuadros.
-Chicas, os presento a Abigail. Es de Inglaterra y no habla muy bien el español así que os pediría por favor que le hablaseis despacio.
-Y.. ¿De qué conoces a esa?- Preguntó Lisa.
- Estaba de vacaciones hace un par de años en Inglaterra y por cuestión del destino la encontré como un ángel que se me presentó, después intercambiamos teléfonos y desde entonces no hemos parado de hablar hasta que hace unas semanas decidió venir a pasar aquí el mes de mayo conmigo y no pude negarme a esos ojazos azules.
-Excuse me, no te entendido mucho bien, ¿puedes repetir?.
-Ja ja ja.. que mona… y viene con acento y todo, agarrate a los pelos de un calvo. Es tan perfecta que seguro que ve a través de cristales opacos.- añadió Lisa.
- Jajaja pues que no te extrañe.- Dijo esta vez Austin.
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Bienvenida al infierno
Teen FictionAquí se narra la historia de una chica diferente, diferente a la diferencia, una chica que aparenta ser de piedra por fuera pero que por dentro su llanto no cesa hasta que alguien encuentra su dolor y lo expulsa. Cuando todo parece estar perdido...