JUNTAS

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-¿Tu qué piensas Nat? – Me preguntó Lis y yo… pues yo… yo dije lo que pensaba.

- Me estoy haciendo pis, ahora vengo.

-¿Cómo? – dijo La rubita de los cojones.

- que me voy al Watercloset, no te hagas la tonta que lo has entendido ángel de Charlie. Hasta ahora.

Y me fui de esa escena de celos, envidia y por otra parte amor. No estoy hablando de mí, yo no siento nada por Austin, pero de Lisa no estoy tan segura. Y yo, sentada en una rosquilla blanca de cerámica no hacía más que pensar en lo que estarían diciendo, o haciendo, o pensando, diciendo lo que van a hacer, o pensando lo que van a decir, o diciendo lo que van a pensar, o pensando lo que van a hacer o no lo sé. Mejor me voy de aquí antes de que a la que lleva esperando cuarenta y cinco minutos contados en la puerta de este aseo le explote la vejiga.

Y al salir vi alejarse a una ambulancia, espero que las vejigas se puedan reconstruir, a propósito, ¿Qué estarán haciendo las tres mosqueteras en este momento?

Llamé por teléfono a casa y Jenni me lo cogió. ¿Qué está pasando en la ciudad de las pesadillas?- Le pregunté

-Pues de momento que Nai y yo estamos muy enfadadas contigo.

- Bueno pues hasta ahora. Y finalicé la conversación al ver que se estaban acercando el ángel de Charlie, Cat woman y Charlie.

-¿Qué tal el pis?- Preguntó Lisa.

-Amarillo, como siempre. A veces desearía ser un pitufo para ver las cosas de un color diferente.

-Ja ja ja- Rieron Lis y Austin.

-Pues yo no he pillado la chiste.- Dijo la guiri.

- No te preocupes, dentro de poco ya no tendrás ese problema, he hablado con tus padres por teléfono y me han dicho que dentro de seis días llegará a mi buzón una beca para ti y podrás estudiar aquí, conmigo.

-Oh my god eso sería fantástico baby.

- Pues tu sueño se ha hecho realidad.

- Oh i love you Austin.- Y, sin que nadie lo esperase, como si nos hubieran apuñalado por la espalda con un cuchillo de cortar jamón, se le tiró a los brazos como si el suelo quemara.

-Zorra…- Susurró Lis a la vez que se daba la vuelta y me miraba realizando un movimiento con las manos, quería irse y yo… me fui con ella.

- Chicos, Lis y yo tenemos que irnos, nos hemos acordado de que teníamos que hacer cosas que se hacen, ya sabeis, adiós.

-¿ Ya os vais chicas?- Dijo la señorita perfecta.

- Sí angelito de Charlie. La sherifa y yo nos vamos. –Dijo esta vez Lisa.

Nos fuimos caminando hacia casa y la trucha y el trucho se quedaron con lo suyo preguntándose ¿Qué es Sherifa?

Llegamos a casa, mamá abrió la puerta, ambas estabamos contentas porque teníamos los disfraces, pero Lis seguía pensando en austin y a mi no se me ocurrió otra cosa que irme con ella a mi cuarto a componer juntas, siempre conseguíamos olvidar los problemas, solo pensábamos en nuestra canción, lo demás era insignificante. Cogí mi guitarra y comenzé, ella me escribía la letra en un papel y yo iba improvisando la melodía, el resultado siempre era perfecto, y ese momento entre amigas de toda la vida, era incomparable a la mayor felicidad que pudiésemos sentir por separado, juntas somos una bomba de relogería, separadas dos circuitos incompletos hechando chispas.

-¡Ya he acabado!- Dijo entusiasmada

-Pues venga, dame que lo cante… comienzo…

Bienvenida al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora