7.

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-¿A-Cheng? ¿Todo va bien? - Estaba medio dormido pero aún podía notar cuando el otro sonaba preocupado o asustado, ahora eran ambos.

-Todo va bien - Había una pregunta que había querido hacer hace mucho, pero no se atrevía, tenía miedo de la respuesta.

-Te extraño. Te compré muchas cosas, ya verás.

-Esta bien.

-¿Como va la Universidad? - Eso le recordó que había faltado nuevamente, el rostro se le había llenado de un acné horrible y las náuseas estaban peor que antes. Tal vez debería ir a un médico antes que todo.

-Bien, entraré a clases. Hablamos luego de acuerdo - Y colgó sin esperar respuesta. Tenía miedo porque había estado imaginando la reacción que tendría Xichen al verlo y eso lo ponía tan nervioso como nunca.

Paso un largo rato en su cama divagando sobre cualquier cosa hasta que su puerta fue tocada, luego también sonó su teléfono. Ignoro ambos pensando que se trataba de su hermano, él entendería si es que nadie abría la puerta. O es no habia nadie o es que el dueño no quería abrir.

La persona detrás de la puerta sin embargo no desistió, y llamó tanto a su teléfono como a su puerta que A-Cheng no tuvo otra opción que levantarse.

-Jodeeeer, si no abro es por algo.

-¡A-Cheng! Estás vivo - Un Huaisang muy feliz lo abrazo al verlo, él se sintió totalmente confundido.

-¿Que haces aquí?

-Faltaste de nuevo, ayer y hoy. Necesitaba verte. Traje comida ¿Puedo pasar? -Sus palabras fueron perdiendo confianza al hablar más, se hubiera burlado de él si no fuera por su humor que estaba por los suelos.

Abrió más la puerta y Huaisang entró entendiendo el significado.

-Siempre pensé que eras del tipo ordenado, pero no importa, yo soy peor jeje.

Huaisang sirvió la comida y A-Cheng se esforzó en comer un par de bocados solo por cortesía, parecía preparada a mano.

-Tambien traje los apuntes de estos días.

-Gracias.

-Para eso están los amigos, tú siempre me ayudas en todo.

-Si, esta bien. ¿Te molesta si ordeno todo?

-Si, así que no lo hagas.

-Bien, bien, entonces debo irme. Vendré a verte mañana si no vas a clases - Sono como una amenaza.

-¿Puedes quedarte?

-¿Eh? ¿Que dijiste? Espera, espera, repitelo - A-Cheng se había arrepentido de sus palabras, pero de pronto la compañía se sintió bien. Tal vez si Huaisang lo ayudaba, lo guiaba podría...

-Habla sobre las clases a las que falté, necesito pensar en otra cosa.

-¡Oh! ¡Claro, claro! - Huaisang se acomodó en el suelo al ver como A-Cheng lo hacía sobre su sillón, el único del apartamento.

Y mientras hablaba no dijo nada sobre el hecho de que A-Cheng mantuviera sus manos en su vientre de una manera demasiado extraña.

Ambos se quedaron dormidos con el transcurso del tiempo.

En otras vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora