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Quería fumar algo, afortunadamente había tirado los cigarrillos o si no ya se los habría terminado él mismo.

-¿Bebiste con tu amigo? - Xichen había estado cocinando algo que en otras ocasiones estaba seguro sabría muy bien pero ahora solo le daba miedo acercarse así que se mantuvo acurrucado entre sus sábanas esperando en vano que el sueño se lo llevara - La próxima vez trata de hacerlo con cuidado - Dijo sin esperar una respuesta - ¿Ya quieres comer algo? Hice solo una sopa de pollo por si acaso.

-¿Por qué volviste de pronto? - Ya había revisado su teléfono y su novio no le había avisado nada, un último buenas noches era lo último dicho.

-De hecho era una sorpresa - Xichen le sonreía como siempre y aunque tenía ganas de lanzarse a sus brazos su mal humor había vuelto - O algo así.

-¿Algo así?

-No respondes mis llamadas hace semanas A-Cheng, y casi no mis mensajes y hablé con Wei Ying...

-¿Hablaste con mi hermano? ¿Que te dijo? - Se levantó tan rápido que un breve mareo lo sorprendió aunque fue por un segundo, se acomodó a centímetros del mayor y lo miro fijamente esperando su respuesta. No lo sabía ¿Cierto? Wei Ying no podría haberle dicho, de hecho podría haberlo hecho pero... quería creer que no, porque entonces pasaría su vida enojado con él.

-Solo que también estabas muy extraño ¿Estás bien? Lo que sea A-Cheng podemos resolverlo, incluso - Su novio suspiró - Incluso si se trata de romper, te prometo que...

-No quiero romper. Te dije que Huaisang es un amigo.

-Te creo cariño, A-Cheng - Se corrigió y espero unos segundos como si tuviera miedo de que el menor lo golpeara de pronto - pero las cosas no han estado bien y tal vez... tal vez tu amor por mí se acabó.

A-Cheng se quedó mirando al hombre frente a él, tenía los ojos algo vidriosos pero no parecía dispuesto a apartarlos de su objetivo. Entonces se dio cuenta de su error de inmediato, Xichen siempre había estado para él, siempre.

-Estoy embarazado, esperando un hijo tuyo y mío. Nuestro - El rostro de su novio pasó por mil expresiones antes de quedarse en blanco.

-¿Tú? ¿Yo? Espera. Cariño - Luego sus ojos volvieron a ponerse cristalinos - A-Cheng, lamento no haber venido antes - Y él mismo no pudo esperar más, saltó a los brazos de su novio y se acomodó entre ellos mientras trataba de no llorar. Su rostro iba a sufrir las consecuencias por tanto llanto - Todo esta bien cariño, estoy aquí así que no estás solo. Nunca - Una serie de besos calleron desde su cabello hasta sus mejillas y su mal humor fue cosa del pasado, pero se sorprendió aún más cuando su novio lo apartó para hacerle una pregunta que ni siquiera él mismo se había hecho directamente - ¿Quieres tenerlo?

En otras vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora