#05

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—Levi, ¿Estás bien??

<<¿Cómo voy a estarlo si me acabas de golpear?>>

De nuevo estaba siendo atacado pero está vez por parte del príncipe, no obstante se trataba del entrenamiento que le habían dicho y contaba con todo el equipo necesario para protegerse, además de que parecía el rubio se estaba conteniendo aún cuando ya habían pasado cierto tiempo desde su llegada al castillo.

Erwin le extendió la mano para ayudarlo a levantarse y él la tomó. Después de hacerlo se sacudió el polvo revisando que no estuviera sucio

—Escuché que tienes algunos problemas en el cuarto de los soldados
¿Es eso cierto?—
De la nada, el joven hizo aquella pregunta mientras se quitaba las armaduras

—Me incómoda la gente en los dormitorios, es todo—
por igual comenzó a quitarse las armaduras que comenzaban a fastidiarlo

—Ya veo, entonces a partir de esta noche comenzarás a dormir en mi habitación

La cabeza de Levi no daba para más, primero una cosa y ahora otra; no entendía para nada al príncipe y se opuso a su desición

—Oi, Erwin, ¿Eres consiente de lo que acabas de decir? ¿Que dirá el resto de los soldados y toda la gente en palacio cuando me vean entrar ahí??—
la idea le parecía algo innecesaria y trató de persuadirlo usando las excusas que se le vinieran a la mente

—No importa mucho, no sería la primera vez que un príncipe duerme acompañado; además— se acercó mirándolo a los ojos —Ya tenemos un tiempo entrenando, sumado a la manera en que nos llevamos ¿No te parece suficiente? Incluso me hablas con confianza

Con su cercanía, Levi comenzó a inquietarse buscando alejarse un poco de él pues el estar cerca le hacía sentirse incómodo

—Ya lo sé, pero van a comenzar con rumores, de mi ya han hablado bastante y realmente me importa un bledo pero ¿Qué hay de ti, el príncipe de Paradise?—
le cuestionó aún inseguro de la propuesta del rubio

—¿Te preocupas por mi?

—No— contestó fríamente el pelinegro

—Dime Levi, ¿porqué me hablas de tú?
Nadie más que la familia real lo hace, ni siquiera los de la corte se atreven —
El príncipe comenzó a interrogarlo tomando asiento en una de las bancas que habían ahí

—Por que no me gusta hablarte como los demás

—¿Y te has preguntado si me gusta??

—Si te molestara ya hubieras pedido que te deje de hablar
¿Es eso lo que quieres??— contra atacó el joven

—Que drástico
Y no, no es eso
Solo quería saber el porqué—respondió el rubio mirando el campo de entrenamiento

—Bien, pues ya lo sabes
No me gusta hablarte como el resto y si vamos a estar cerca me es mejor así.

—Perfecto, gracias por responder.
Si me disculpas tengo que irme, hay cosas que debo resolver.
Atiene tus asuntos y después ven a buscarme— indicó Erwin poniéndose de pie

—Me niego a ir a tu habitación

—Bueno tu no preguntaste al momento de llamarme por mi nombre así que haré lo mismo.
¡Te espero en mi cuarto está noche!

Exclamó el príncipe para retirarse después con una sonrisa en los labios

<<¿Acaso tiene idea de lo mal y perverso que sonó eso?? >>

Se dijo mentalmente el pelinegro llevándose una mano a la frente para después darse una palmada

—¡Bieen, como ordene comandante!

Fue lo último que respondió para retirarse también del lugar e ir a dónde el resto de los soldados.

Llegada la noche, Levi se debatió por un tiempo si debía ir o no a la habitación de Erwin, pero recordando su situación no le quedó de otra que cumplirle el "capricho" al príncipe.
Por unos segundos, al estar frente a su puerta, se arrepintió de haber ido pero justo cuando iba a dar la vuelta el rubio abrió la puerta, topandose con el pelinegro detrás de ella.

—Estaba por ir a buscarte— mencionó el joven permitiéndole pasar

—¿Tanto desconfias de mí?

—No es eso, creí que tardarías más

—Pues ya viste que no— afirmó mientras observaba a su alrededor

—¿Quieres algo de té?
Sé que te gusta— ofreció el rubio sirviendole una taza de té

—Oi oi, ¿Qué pretendes con todo esto Erwin? ¿Por qué te portas así?— le cuestionó totalmente desconcertado

—Quiero ver si puedo comparte así como lo hizo su majestad. Además, cuanto más cerca los enemigos, mejor— reveló dejando la taza en la mesita de noche

<<Este hombre...si supiera...>>
Pensó mirando a otro lado como si con eso pudiese evitar que leyera sus pensamientos.

—La otra razón se debe a que me agradas. Nunca he tenido amigos antes y no sé cómo debo portarme—
rápidamente Levi volteó a dónde él con asombro, pues no se esperaba una segunda respuesta y menos que fuera esa

—Solo...actúa normal, no es necesario tanta amabilidad

—¿Tu has tenido amigos alguna vez??

hizo la pregunta tomando una de las tazas que había servido para acompañar al pelinegro y él, para no ser grosero, tomó la otra

—Solo he tenido dos— suspiró de recordar a los chicos esperando se encontrasen bien

—¿Y dónde están?

—Lejos de aquí, eso creo— mintió

—¿Sucedió algo entre ustedes??
El rubio le seguía preguntando sobre sus amistades pues le intrigaba que Levi, a pesar de su carácter, hubiese tenido algo que él no conocía muy bien

—No es algo de importancia

expresó el cazador, pues el saber que sus amigos estaban encarcelados mientras él disfrutaba de todo aquello le hacía sentir mal y culpable, esperando recompensarlo cuando ellos salieran

Con eso, más el rostro del pelinegro que expresaba tristeza, Erwin supo que había hablado de más y decidió ponerle fin a la conversación no sin antes comentarle sobre la manera en que él sostenía la taza

—Levi, tu manera de sujetar la taza es algo.....poco común

—¿No es así como uno la debe de agarrar?

—No, pero tampoco está mal. Realmente no importa mucho mientras te veas bien—
agregó el rubio para después levantarse e ir a la cama

—Espera ¿Eso fue un cumplido?—
exclamó repentinamente pues había caído en cuenta del significado de sus palabras

—Como tú lo quieras ver.

el chico ya no supo que decir, estaba algo confundido y las palabras del rubio le causaron asombro ya que era algo que no se esperaba y mucho menos de él

—La cama está por allá, o si prefieres...

—Ni lo pienses, dormiré aquí

le interrumpió el pelinegro señalando una silla en la que se fue a acomodar para descansar

—Pero...

—Me pediste que durmiera aquí, pero no especificaste donde; ahora duérmete y déjame dormir

Se despidió el chico ya sentado en el lugar que eligió.
Ante esto, Erwin no pudo hacer nada más y apagó la vela que alumbraba la habitación para dormir

El Príncipe y el cazador (Versión Snk)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora