Cap 6; Nueva Realidad.

38 2 0
                                    

Pov María José Garzón

Habíamos Viajado en el Jet privado, Alejandro aún no decía el destino, entre mis brazos se encontraba durmiendo Ed, se veía tan pacífica, tan linda, su cabello igual al de mi madre, su nariz al de papá y sus ojos del mismo color que el de mamá, todo lo que la hacían perfecta, era el más vivo recuerdo que mis padres aún seguían con nosotras.

-Deberías dormir, aún faltan 3 horas para llegar.-escuche como él, interrumpía mis pensamientos.

En un rato.-respondi acariciando el cabello semi ondulado de mi pequeña hermana, él solo asiente volviendo a su asiento.

Cerre los ojos con la intención de solo descansar un poco, pero en cuestión de minutos los volví abrir, solo veía los cuerpos de mis padres sin vida, la sangre que derramaban ambos, mi pequeña hermana inconsciente con pequeños raspones en su frente y brazos, negué rapidamente aferrandome al pequeño cuerpo de mi hermana quien aun seguía dormida.

En todo el viaje no pude volver a cerrar los ojos, tenía miedo que al cerrarlos esas horribles imágenes aparecieran en mi cabeza, suspiré cansada al escuchar que el capitán anunciaba el descenso del jet.

Oye Ed.- me acerque a su oído para susurrarle con cautela.- debemos bajar.- sonrió al ver que poco a poco abría sus ojitos y se los tallaba con flojera.- vaya, alguien aquí a descansado muy bien.- dije con un volumen de voz algo alto, ella solo sonrió acintiendo.

-Lo mismo digo Po.- ella me sonrió, me tuve que levantar con cuidado ya que aún seguía su pequeño cuerpo encima del mío.

Lo mismo digo, pe.-escuche al fondo como alguien carraspeo, sin duda alguna era él, suspiré cansada y me voltee en dirección donde provenía el ruido.

-Debemos bajar, ustedes dos se quedarán en casa, en lo que yo me voy directo a la empresa, hay asuntos que debo resolver.- mi hermana y yo a sentimos, en ese mismo instante el se retiro con dirección a la salida del jet, tome la mano de mi pequeña hermana llevándola a la salida, mi mirada iba en el piso bajando las escaleras del jet.

Sentí un jalón a lo que alce la vista en dirección a Ed, esta solo me señaló con su dedo índice, al voltear a la dirección señalada me quedé en shock al ver la gran casa que estaba a tan solo unos metros de nosotras, habíamos aterrizado en un jardín muy grande, la casa se veia elegante, no había otras cosas al rededor, en el jardín se encontraban rosas rojas y blancas, y demás plantas que no creo saber sus nombres.

-¡Wow!.- era Ed quien me sacó de mis pensamientos.

Si, wow.- dije aún en shock.

Habían pasado exactamente cuatro horas desde que llegamos, al llegar a quienes nos habíamos encontrado en la entrada de la nueva casa/mansión era a la familia Villalobos, Sebas se lanzó a abrazarme, mi hermana cuando vio a la señora Villalobos se lanzó a sus brazos llorando, en cuanto llegamos Eda y yo simplemente nos concentramos en organizar nuestro guardarropa, al igual en darnos una ducha, Alejandro llamó sólo para informarle a mi jefe de seguridad que no llegaría a comer o cenar, yo me encontraba en una de las ventanas de la cocina que da vista al jardín, Edalyn en estos momentos se encontraba en el patio junto con la señora Villalobos quien se encontraba cortando las rosas y por insistencia de mi pequeña hermana, plantando nuevas plantas, y la fruta favorita de mi hermana, fresas, según que como la tierra es de color chocolate, entonces sus fresas crecerán cubiertas de chocolate.

-Oh, aquí estas Pochis.- escuche su voz interrumpir mis pensamientos.

Mjm, ¿qué pasó Sebs?.- dije un tanto pensativa.

-Bueno... Realmente te extrañe, aparte aquí no tienes vecinos, aunque me caían más los de la familia González, por lo menos las del servicio tenían hijos de nuestra edad, y aquí no tenemos ni un vecino Pochis.- habló para luego hacer un lindo puchero, al que yo sonreí.

GarzónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora