Empezaba a cansarme de mantenerme todo el rato de pie. Un chico de mediana estatura se levantó de un poste de la estación de autobúses, donde nos encontrabamos y cogí su sitio. El ambiente era bastante bueno. Tras dejar el pino que me tapaba la vista un poco más atrás por fin pude contemplar donde iba a pasar un mes. Se divisaba un bonito bosque de pinos justo delante y colina abajo. Llegaba a una explanada donde se veían unas cuántas casitas de madera a ambos lados de un camino. Hacia un lado había otra casa más grande donde claramente se podía ver que más atrás daba hacia el lago había mesas, supongo que para pasar la hora de la comida o el tiempo libre, ¿Habría tiempo libre? No lo sabía.
De pronto, un monitor dijo mi nombre. Era alto, muy alto, tendría aproximadamente unos veinte años, dejaba ver su barba y parecía orgulloso de ella. Sus ojos eran verdes, muy verdes y su pelo castaño. No sabía por qué había dicho mi nombre asique me puse en pie y miré a ambos lados. Pude ver a Emily y a su hermano en un lado y a Meredith en otro. Puse cara de no tener ni idea de lo que tenía que hacer y el monitor se rió.
-¿De verdad? Nueva y no prestas atención... Espero que no tenga que repetir COMO SIEMPRE-Puso énfasis en lo último mirando al resto, todos rieron- como se ponen las cuerdas del arnés treinta veces. A lo que iba, ponte en este grupo.
Señaló al grupo de Emily y Logan. Eran los únicos que conocía del pequeño grupo que se había formado. Emily hablaba con una chica de pelo rojo bastante guapa. Supuse que sería amiga suya. Logan estaba con unos chicos de los que había visto antes.
-Vale-Solté una risita de pija, poco acorde con mi personalidad. Luego me dirigí hacia Emily.
El monitor seguía diciendo nombres mientras Emily me presentaba a la chica.
-Allie McGonegall, esta es Lucy Thornton.
La chica se apresuró a darme un abrazo -Encantada de conocerte, Allie. Eres nueva, ¿Verdad?-Lucy parecía ser bastante agradable, al igual que Meredith y Emily. Me preguntaba si colaboraría en el plan contra el idiota.
-¡Sí! ¿Tocas la guitarra?-Pregunté curiosa. Llevaba a la espalda una funda negra de guitarra española. Asintió con la cabeza iba a decir algo pero Meredith nos abrazó a las tres y añadió:
-Otra vez juntas, bonitas. Bueno, tú no Allie, pero me has caído bien, asique te cuento como una más.
Me pareció muy bien que todas me hubieran aceptado desde el primer día. Miré a mi grupo. Había otras chicas y todo el grupo de Logan. Eramos 16 justos. Ocho chicas y ocho chicos. Los grupos se habían formado ya y una chica de pelo negro y grueso se acercó al nuestro monitor, por el que pregunté el nombre. Las tres respodieron a la vez.
-Se llama Dan.
-Es muy majo a mi me ha tocado varias veces con él. Te caerá muy bien, ya verás-Siguió Lucy.
-Eso espero. Me ha causado buena impresión.
Después la chica, que era otra monitora, se marchó con su grupo y Dan se volvió para hablarnos.
-Bueno chicos, coged las cosas, que vamos a bajar a la sala.
Todos agarraron su maleta y empezaron a seguir a Dan colina abajo por un pequeño sendero entre los pinos. Las chicas me preguntaron varias cosas en el pequeño trayecto hasta bajar a lo que le llamaban sala.
Entramos dentro del edificio, que también era de madera, al igual que todo lo que había allí. Era muy pintoresco. Era una sala grande, con ventanales que dejaban ver las tiendas por un lado y el lago por el otro. Había un par de mesas y sillas y sillones. Me dí cuenta de que había una televisión de pantalla plana en un lado de la sala junto a unos altavoces repartidos en varias zonas de la estancia. Era un sitio espectacular, me comenzaba a gustar demasiado. Proablemente me llevara muchos recuerdos de aquí.
La sala empezaba a abarrotarse de gente. Fue entonces cuando un megafono comenzó a soltar un sonido de alerta. La gente empezaba a levantarse de su sitio. Las puertas estaban cerradas, con dos monitores chicos en la entrada reteniendo. Las chicas que había en la escalera de enfrente de la puerta en la otra punta de la sala, quienes sostenían el megáfono gritaron:
-TRES, DOS, UNO...
A continuación un pitido grave sonó por todo lo alto y las puertas se abrieron. No comprendía nada de lo que pasaba. Vi a Emily salir junto a una chica que no conocía que estaba en mi grupo, pero al cabo de un segundo la perdí. Solo veía gente, algunos más mayores que yo, otros más pequeños, chicos, chicas... Noté que una mano me cogía al aire como un saco de patatas y me llevaba corriendo. El pelo me cubría toda la cara y solo veía una camiseta roja y la parte de atrás de unos pantalones vaqueros de chico. ¿Pero qué estaba pasando? Mis piernas colgaban por la parte de delante la persona misteriosa. Habíamos salido al exterior y todos estaban corriendo de un lado a otro. Vi a unas chicas pequeñas subir los dos peldaños para coger la cabaña pero unos mayores les cerraron la puerta en las narices. Ellas bajaron corriendo y fueron en busca de otra. Comencé a comprender de qué se trataba todo. La gente estaba buscando una buena cabaña donde quedarse y había que pelear por las mejores.
El individuo me dejó al lado de una cabaña al fondo del todo, casi en primera línea. Subí la cabeza para ver quién era y mi agrado duró poco cuando vi a Logan. Heché la cabeza al lado y resoplé.
-¡Dios! Siempre igual-Me apresuré a decir. Antes de poder darme la vuelta, me plantó un beso en la mejilla y me guiñó un ojo.
-Me debes varias.
Entonces se dio la vuelta y desapareció dejandome con la palabra en la boca. Qué ganas tenía de que esa guerra empezara. Estaba entre varias casas, todas iguales, como me las habían descrito en el autobús Meredith y Emily. Hablando de las reinas de Roma, ¿Dónde estaban? Un grito de ilusión me resolvió la duda. Giré la cabeza y pude ver la guitarra de Lucy apoyada en la pequeña terraza. Subí los dos escalones que había y una puerta me dio en la cara. Me tambaleé hacia atrás recuperando el equilibrio. Lucy, Emily y Meredith me sujetaron de las manos y me reincorporaron hacia delante entre risas metiendome dentro de la caseta de madera.
*Nota de la autora:
Tenéis a Emily en Multimedia. :]
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Summer scape
Подростковая литератураVerano, aquella palabra inspiradora para todos salvo para Alice quien siempre iba a su escuela militar que no pegaba nada con su estilo de vida. Otro año más espera ir al mismo sitio de siempre hasta que ella misma se da cuenta de que pasaría, a las...