ͲᎡᎬՏ

484 31 39
                                    

Apenas mi día iba por la mitad cuando recibí un mensaje de TaeHyung diciéndome que me esperaba en su coche aparcado en el estacionamiento interno del edificio de la empresa, al cual accedía con un credencial que yo misma le había dado.

Estaba almorzando con mis amigas cuando a mi celular llegó la notificación y la conversación acerca de los nuevos estilos que planeaba estrenar la colección de ropa PASSION así como el concepto que se habían planteado los fotógrafos y estilistas crear, se detuvo abruptamente.

No pude evitar sonrojarme bajo la atenta mirada de mis amigas mientras guardaba mi celular en mi bolso y lo colgaba en mi hombro.

Sin embargo, me sentía aliviada pues sus pícaras miradas me transmitían su apoyo.

Serle infiel a tu marido no es algo muy bien visto en la sociedad, menos cuando habían sentimientos de por medio pero la pasión era quien se imponía.

Promiscua me llamarían si supieran, pero mis amigas no eran así.

Ellas son mis hermanas de otra madre, y jamás me juzgarán, así como tampoco yo lo haría con ellas.

-Ándele pues, bella dama-con un tono excesivamente elegante, SoYeon se levantó de su asiento y, tomando mi mano, me animó a hacer lo mismo.

-Disfrute de su aventura, hermosa señorita-siguiendo con el juego, RyuJin también se colocó de pie y tomó mi otra mano, depositando un beso en ella.

-Sea feliz-por supuesto que JiSoo también se unió a la fiesta, haciendo una reverencia como si yo fuese de la realeza-, que nosotras, sus fieles servidoras, nos encargamos de cubir su fuga con su esposo y atenderemos los negocios. Váyase tranquila.

No pude contener más la risa y terminé explotando en carcajadas junto a ellas y luego las abracé una a una para luego besar sus mejillas...aunque a SoYeon le regalé un corto pico y le guiñé un ojo antes de irme mientras ella me hacía obscenos gestos con sus manos.

Ese era un juego que habíamos creado entre las cuatro cuando SoYeon nos había confesado su orientación sexual, y quedamos en que, como nos amábamos, aquel pico de nosotras a ella o viceversa, sería un gesto de extrema contentura o deseo de suerte. Hasta el momento, era un secreto entre nosotras.

A pesar de mis tacones, apresuré mis pasos y pronto llegué al lugar acordado, verificando que no hubiera ningún moro en la costa, y me dirigí al hermoso y costoso auto rojo brillante que le pertenece a mi amante.

Y sí, podrán pasar los años y jamás podré aprenderme el nombre del modelo del dichoso auto...así como de ningún otro.

Lo mío es la ropa, las fotografías, y la administración, no los carros.

-¡Oh!¡Cuán bendecidos están mis ojos al apreciar tan espléndida obra de arte!¡Qué maravilla de mujer acaba de subir a mi carruaje para hacerme compañía!

Mientras él canturreaba con dramatismo, yo reía y me acomodaba en el asiento de copiloto.

Terminó su pequeña obra teatral, extendió su mano con la palma abierta, y justo cuando esta entró en contacto con la mía, aprovechó para jalarme hacia él y robarme un beso, de esos que sólo él sabía darme, arrebatándome suspiros y jadeos gustosos.

Es que él sabe cómo incendiar mi corazón del deseo.

-Babe, hoy quiero que conozcas a unos amigos míos ¿no te molesta?

Sonriente, negué con la cabeza antes de pasar mis dedos por sus labios, quitando todo resto de labial sobre estos.

Por algún motivo que para entonces me resultaba extraño, mi corazón dió un vuelco y me envolvió una repentina alegría por querer conocer a esos amigos de los que me hablaba, así que simplemente accedí sin pensámelo dos veces.

ᏆΝҒᏆᎬᏞ ᯾ ᏦᏆᎷ ͲᎪᎬ ᎻᎽႮΝᏀ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora