ᏟႮᎪͲᎡϴ

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Aprovechando que JaeByul estaba en su anual viaje a Holanda, el cual siempre le tomaba de uno a dos meses, me estaba pasando una temporada con TaeHyung en su departamento, teniendo el placer de conocer así a NamJoon y SeokJin en el plano amistoso. Por supuesto que, para ello, tuve que darle vacaciones al personal que atendía mi casa bajo la excusa que me sentiría muy sola y por eso me estaría quedando en casa de cualquiera de mis amigas...aunque no era una excusa muy lejana de la realidad.

La primera semana estuve casi a tiempo completo con Tae, pero luego se nos ocurrió a Kiara, RyuJin, JiSoo, SoYeon y a mí la gran idea de hacernos un tatuaje a juego como sello de amistad, en el mismo lugar y con la misma forma.

Quisimos mantenerlo en secreto de los chicos, así que nos mudamos todas al apartamento de SoYeon durante los días que duraran las sesiones en las que decidimos dividir el proceso del tatuaje, que resultaron ser siete pues el estudio que elegimos sólo tenía tres tatuadores y siendo nosotras cinco, el trabajo sería complicado.

TaeHyung, JungKook y NamJoon estaban vueltos locos porque no había manera de que nos vieran, y si lo hacían, era por videollamada, cosa que evidentemente no les contentaba.

Por ello, casi en la madrugada del día de nuestra última sesión, los caballeros anteriormente mencionados se plantaron en la entrada de la casa de SoYeon y hasta que RyuJin, Kiara y yo no aceptamos ir a desayunar con ellos, cubriéndonos lo más posible, claro, y obligándolos a que nos dejaran a la hora acordada en el estudio, no nos dejaron en paz.

Justo en el estacionamiento más cercano de dicho estudio era donde TaeHyung estaba aparcando uno de sus tantos autos de lujo. Siendo las ocho de la mañana, el lugar apenas era transitado.

-Bueno, aquí es donde te vas de nuevo y me dejas solito con un trío de gorilas necesitados.

Me eché a reír ante su comentario, viéndolo recostarse por completo en su asiento.

-¿Tú no cuentas como gorila necesitado?

-No, yo soy un hombre que tiene gran aguante.

Alzando mis cejas, notó mi incredulidad, y por ello comenzó a parlotear y justificar por qué, según él, tenía buena resistencia y su apetito sexual era controlado y demás bla bla bla que no escuché.

Tomándolo por sorpresa y provocando que poco a poco su voz se fuera apagando, me acomodé sobre sus muslos, con cada mano sobre sus hombros.

Reí al verlo tragar saliva sonoramente.

-¿Decías algo, cariño?

Mi pícara sonrisa sólo crecía más al notarlo nervioso, sin embargo, no dejaba de estar pendiente por si la tela de mi vestido se alzaba de más y se mostraba el avance de mi tatuaje. De todas formas él estaba muy entretenido con mis ojos como para prestar atención a eso.

-Yo...yo soy un hombre controlado.

-Sí, definitivamente lo eres-con una ronca risilla, rodé mis caderas hasta hacer nuestras intimidades coincidir, provocándole un sonoro jadeo.

Se estaba poniendo duro.

-N-No fue lo que...quise decir. Yo...¡Ah!¡SoRa!

Con mi cabeza escondida en su cuello y mis dientes torturando su piel, ignoré sus falsos reclamos, y comencé a mover mis caderas en círculos.

No había notado lo mucho que lo necesitaba hasta que lo sentí.

Y sí, sé que en pleno proceso del tatuaje no debía estar haciendo aquello, pero...decidí arriesgarme, más sabiendo que quedaba casi una hora para el turno en el estudio.

ᏆΝҒᏆᎬᏞ ᯾ ᏦᏆᎷ ͲᎪᎬ ᎻᎽႮΝᏀ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora