Parecía Rapunzel encerrada en aquella mansión. La única diferencia entre las dos era que yo no tenía el pelo tan largo y sí tenía permitido salir...pero sólo con la vigilancia de JaeByul, que al parecer había encontrado un hobbi en hacerme la vida imposible.
Ni siquiera me dejaba ir a la oficina sola, y cuando debía irse, dejaba a un guardaespaldas.
Una jodida pesadilla.
Por lo menos no me había forzado a besarlo o tener sexo con él. Decía que no se podía sacar de su mente las imágenes mentales de TaeHyung tocándome.
Aún así, sólo habían pasado dos meses, y quizás no estuviera corriendo con tanta suerte.
Siéndome necesario hablar con Kiara y JungKook, a quienes muy pocas veces había visto en aquel tiempo (como mismo sucedía con mis otras tres amigas), logré convencer a JaeByul de que me llevase al hotel de mi amigo luego de que me dijera con desagrado que había quedado en reunirse con unos socios allá y una vez allí, distinguí a mi pareja amiga y me acerqué a ellos aprovechando que mi marido no podía simplemente alejarse de sus socios.
Los brazos de JungKook y Kiara me recibieron con fuerza y cariño, y casi me echo a llorar en sus hombros.
Pero no, me contuve pues sabía que tendría los ojos de JaeByul clavados en mí.
-No tengo mucho tiempo antes de que mi marido venga a interrumpirme, así que cuénteme ¿saben algo de él? Ni siquiera sé de él por las noticias.
Ambos negaron con la cabeza, y mi amiga me regaló una comprensiva mirada.
-Desde ese día que tu marido los descubrió, nos dijo que se marcharía por un tiempo, pero no lo hemos vuelto a ver. Sólo supimos por NamJoon y SeokJin que había pedido la baja de la empresa y hasta se había ido del apartamento.
Suspiré y negué sutilmente con la cabeza antes de sonreírles de lado.
-Ahora ¿Qué hay de ustedes? Cuéntenme.
-Hemos estado tan preocupados como tú, pero todo marcha bien-tan gentil como siempre, JungKook me sonrió y acarició amistosamente mi hombro-. Kiara me dijo que finalmente se ha decidido a formar parte de tu empresa como modelo y fotógrafa.
-¡Sí! Estoy muy contenta con eso-y no mentía-. Es lo único bueno en estos días. Quería hablar con ella para ultimar los detalles del contrato porque tengo el celular limitado y lo mismo con las laptops y todo eso así que quería hacerlo en persona aprovechando que mi marido tenía una reunión aquí.
Ambos me miraron preocupados y yo sólo pude suspirar y negar con la cabeza.
-Eso está mal, SoSo-murmuró Kiara-. Te tiene sometida en contra de tu voluntad.
-Es sólo en eso. Lo puedo resistir hasta que se le pase-insisití, aunque esa ni yo misma me la creía-. No me ha obligado a besarlo o tener sexo porque dice que de tan sólo imaginarme con Tae se siente enfermo. Eso es un punto a mi favor.
-Da igual la forma que sea, SoRa-mi amigo frunció su ceño-. Eso no debería ser.
-Pero no tengo otra opción. JaeByul tiene cada dato de ustedes bien detallado y por eso irme con ustedes o las chicas no es una opción a menos que alguien termine casi muerto en un hospital y les aseguro que no será mi marido.
-Te estás sacrificando demasiado por nosotros-reclamó Kiara.
-Lo hago porque es lo que debo hacer-suspiré de nueva cuenta, buscando tragarme mis sollozos y evitar las lágrimas en mis ojos-. Yo me metí en este lío y debo salir de él por mí misma sin dañar a nadie.
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ᏆΝҒᏆᎬᏞ ᯾ ᏦᏆᎷ ͲᎪᎬ ᎻᎽႮΝᏀ ✓
FanfictionMuchas mujeres suelen pensárselo dos y hasta tres veces antes de atreverse a serle infiel a sus maridos, pero Kang SoRa es parte de ese grupo de las pocas que se lanzaron a la aventura de una sola vez y lo mejor de todo es que no se arrepiente de na...